Estos últimos días he intentado daros algunos recursos e ideas que no han pretendido más que poner en marcha vuestra imaginación y ofreceros hilos para tirar y encontrar vuestro camino en la construcción de un concepto novedoso de restauración.
Os recuerdo la pista que os dí andelantando lo que iba a ser la 4ª idea:
?Oiga mozo, ¿y no sería más fácil que en lugar de intentar meter mi baúl en el camarote, metiera mi camarote dentro del baúl??- Una noche en la Ópera film.
¿Qué pensásteis cuando la leísteis?
La cosa va de “sorprende con el lugar y maneja la temporalidad de tu oferta“.
Ésta es quizás la idea que mas me gusta de todas, pero mucho me temo que en España, nuestros amigos los Ayuntamientos no nos lo van a poner nada fácil a la hora de poner en práctica conceptos parecidos a los que hoy os traigo.
Estamos acostumbrados a que nuestro restaurante favorito esté ahí, en su sitio, no se mueva y podamos hacer uso de él cuando nos apetezca. Conocemos perfectamente lo que ofrece, sabemos dónde está y la sorpresa se limita a lo bien que esté trabajada la experiencia por parte de sus dueños, personal o creadores.
Pues bien, hace algunos años, surgió en Inglaterra una tendencia que a mí, fanática perseguidora de la sorpresa y que pienso que es una de las cosas más complicadas de conseguir en esta vida, me encanta. Se trata de los Restaurantes Pop Up, también llamados Restaurantes Nómadas, y de una de sus variantes, los Restaurantes Clandestinos.
Como os decía, parece que el origen está en las creadoras de Gingerline, de Londres. Ellas fueron las precursoras de este concepto. The Hideout es una cena-aventura que puedes reservar a través de su web, pero de la que sólo sabes que vas a cenar y que se desarrollará en algún misterioso lugar del East London. Sólo desvelan el secreto unas horas antes de la cita y suele tratarse de sitios tan inéditos como estaciones de metro, combinando la sorpresa en el emplazamiento con una propuesta gastronómica atractiva y además lo salpimentan con un “envoltorio” de obras de arte gracias a colaboraciones de artistas y gente del panorama cultural londinense.
Os enseño a continuación otros casos, pero antes tengo que deciros que trabajar este concepto es todo un reto. No solo por lo que os contaba de las trabas administrativas, sino porque la puesta en escena no es fácil. Tienes que manejar muy bien los hilos de la comunicación para llegar a tu público y gestionar de forma magistral las técnicas profesionales que permiten crear una experiencia culinaria de alto nivel en un sítio donde los medios no son los mismos que en un restaurante tradicional.
En cualquier caso, si eres capaz de implantar algo parecido a esto. Llámame y te hago la ola!!!
School of Fish Foundation- Vancouver
Buijen Kitchen- Germany
La agencia de diseño Holandesa Studio Elmo Vermijs, ha diseñado y construido una cocina itinerante que va “persiguiendo” a los ingredientes locales de cada lugar donde decide instalarse y posiciona su oferta en lo fresco y lo local. Envuelve al cliente en una experiencia casi teatral y muy cercana a la elaboración, encerrando una filosofía de acercar los productores locales a los ciudadanos.
Dinnerskyline- World
Un restaurante itinerante de altura!!! Sólo disfruta con las imágenes.
La cocina clandestina- Madrid
http://lacocinaclandestina.com
Ellos manejan muy bien la “escasez”. Sólo abren una vez al mes sus puertas y elijen ellos lo que vas a comer. No defraudan y es sorpresa total!
Un Pop up Restaurant en Hammersmith- Londres
Esto es sólo un aperitivo de todo lo que encierra la temática de Restaurantes Pop-up y clandestinidad en restauración. También se aplica al retail, ya lo veremos otro día.
No hace falta que montes un restaurante en una grúa o que hagas el pino puente, sólo coge la esencia del concepto: escasez, oportunidad, experiencia única, incertidumbre y sorpresa.
Si te he dado alguna idea que te haya servido, me gustaría que me lo contaras y disfrutarlo contigo.
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