1. Crear una pequeña cocina de exterior siempre es un acierto y en los días de verano, cuando más odiamos encender el horno, es la excusa perfecta para cocinar al aire libre, juntarnos con amigos y crear platos geniales sin manchar nada. Para montar este pequeño rincón vamos a necesitar la barbacoa, una mesita auxiliar donde poder dejar todo y algunas plantitas (tomillo, albahaca, orégano...) para dar alegría y aderezar nuestros platos.
2. Al igual que en el interior de la vivienda, debemos elegir materiales muy sencillos de limpiar y prácticos, sobre todo si contamos con niños pequeños en casa. Lo ideal es optar por madera de exterior, aluminio o cualquier material que requiera muy poco mantenimiento y que aguante muy bien las altas temperaturas o la horas continuas del sol.
3. En lo referente al mobiliario de exterior, las opciones son casi infinitas. Lo ideal es optar por una mesa (si tenemos muchas visitas una extensible será la mejor opción) y poner sillas o un banco. Esta última opción cada vez es más popular y queda genial en cualquier rincón. Además resultan muy versátiles en caso de tener algún invitado de imprevisto.
Si tenemos pocos metros cuadrados podemos optar por mesas muy reducidas o incluso plegables y pegadas a la pared, así como sillas también plegables. Ambas opciones son las mejores para poder aprovechar el espacio, aunque sea un pequeño balcón.
4. ¡Da igual los metros cuadrados que tengas en la terraza! Podemos probar a montar un jardín o huerto vertical en cualquiera de las paredes de la terraza. Es una forma genial de decorar, de dar un punto de alegría a nuestros espacios de exterior, y la oportunidad perfecta para cultivar aromáticas para nuestros platos de verano... Si te apuntas a esta idea, solo tendrás que armarte de macetas, enganches de pared y barras de cocina en las que puedas colgar tus macetas.
5. Una terraza con muebles auxiliares también puede ser un espacio ameno. Tener un pequeño carrito o camarera para mover por el espacio es genial para tener el menaje, las servilletas o las bebidas siempre a mano. Incluso podemos poner alguna plantita, un farorillo o cualquier elemento que nos ayude a decorar la terraza y mantener el orden, algo fundamental tanto dentro como fuera de casa.
6. Las sombrillas, parasoles o toldos de vela son geniales para dar sombra y estar mucho más a gusto en nuestra casa, de hecho son básicos para poder disfrutar de nuestro pequeño comedor a cualquier hora del día.
7. Por último, una vez estudiados los materiales más resistentes, elegidos los mejores muebles para nuestro espacio y puesto una sombrilla para olvidarnos del sol, le toca el momento a los detalles que harán todo más acogedor. Aquí podemos optar por ideas tradicionales pero infalibles, como poner guirnaldas con luces para dar un aspecto de verbena a nuestro comedor. También podemos colocar cojines de tonos alegres sobre las sillas o crear centros de mesa personalizados con velas y crasas. Estos últimos están muy de moda y tienen la ventaja de que necesitan muy pocos cuidados.