La alfombra existe en cinco colores pastel que se pueden combinar entre sí. Yo elegí los colores rosa y gris (sabéis que tengo una debilidad por el rosa palo) para poder jugar y hacer diferentes diseños mezclando los dos colores. El diseño me encanta porque a parte de los colores la alfombra tiene unos dibujos plásticos de animales que son muy sutiles pero muy chulos, además la alfombra es bastante gruesa y muy acolchadita, es tan cómoda que le encanta también a Sofía e incluso a nosotros sentarnos encima cuando estamos jugando con Claudia. Su superficie es antideslizante y muy grande pero al venir en varias piezas es adaptable a las necesidades y el espacio de cada uno (creo que se puede hacer incluso a medida). De hecho, al principio la puse entera (tiene 9 cuadrados) pero luego la reducí al 6 porque así cabía mejor en el hueco que tengo en el salón. Otro punto muy positivo (ya que se trata de una cosa para niños pequeños) es el mantenimiento porque es muy fácil de limpiar, un trapito húmedo y listo. Y otro aspecto al tener en cuenta es el material que no contiene ftalatos ni nada tóxico, algo que a mí me preocupa mucho.
Os dejo aquí un par de fotos porque una imagen vale más que mil palabras.
La alfombra ha sido un regalo de Lü Babymats, y todas las opiniones son mías. Si estáis pensando en comprarlo, podéis utilizar el código “SELLOCALIDAD10” para disfrutar de un 10% de descuento.