Es cierto que la rutina del sueño puede ser muy distinta para cada persona, dependiendo de su estilo de vida y las necesidades de su metabolismo. Sin embargo, lo cierto es que es una actividad esencial dentro del horario de cualquier ser humano y la calidad del mismo repercute en las otras actividades que realizamos durante el día.
En lo personal, tengo la bendición de gozar de la facilidad en alcanzar el sueño profundo. No obstante, trae una desventaja que he aprendido a tomar en cuenta. Yo logro quedarme dormida en la posición que sea y con la incomodidad que eso pueda traer. Es decir que puedo amanecer con algún malestar por haber permanecido varias horas en mala posición.
Aquí llega el tema de las almohadas. Como todo en el diseño, existen almohadas que escogemos porque realzan el diseño de la cama y otras que se adquieren por la comodidad que nos brindan al usarlas, el eterno dilema entre diseño y función que en ocasiones no se combinan.
Diseño: interviene el tamaño de las mismas. Las principales almohadas son las de tipo rectangulares y las almohadas tipo europeas (cuadradas). Es usual que compremos las rectangulares porque la ropa de cama suele traer las fundas para este tamaño. En este caso es importante comprarlas del tamaño de tu cama (standard, queen, king). Además puedes considerar agregar algunas europeas para crear un diseño interesante en el arreglo de la cama, ya sea combinando colores o contrastando.
Material: existen almohadas de plumón y plumas hasta almohadas de poliéster o espuma viscoelástica en una amplia variedad de grosores y firmezas que se adaptan a tu manera de dormir. Es importante tomar en cuenta el mantenimiento que se le puede dar a cada una dependiendo de su material, pues no todas se pueden lavar y algunas producen alergias.
Función: al pensar en la cama lo primero que se nos viene a la mente es dormir, para ello cada persona tiene hábitos y posiciones de dormir particulares, lo que influencia el tipo o tipos de almohadas que requieres para descansar. Además, usualmente realizamos otros tipos de tareas, como leer, ver TV, usar la laptop, y las debemos de considerar porque implican posiciones distintas y requerimientos de confort diferentes.
Extras: como siempre, existen las almohadas extra que refuerzan el diseño, con formas, tamaños y colores especiales que marcan un punto especial en nuestra cama.
En lo personal siempre procuro encontrar un balance entre el diseño y la funcionalidad. En mi cama tengo tres pares de almohadas grandes: dos tamaño queen (tamaño del colchón), dos tamaño estándar king (el edredón siempre lo compro una talla más grande para que cuelgue), y dos ortopédicas de espuma con memoria para darle apoyo a las cervicales. Además tengo unas pequeñas que complementan, tanto para apoyar un libro mientras leo como para darle más vida a la cama tendida.
Las almohadas son un elemento determinante en la calidad del sueño que alcanzamos y además son un elemento diferenciado en el diseño pues al agregar un par extra o algún diseño especial logramos una mejora significativa con un cambio menor.
Valeza
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