Adoro las casas que aportan toques diferentes que las hacen únicas, así que este ha sido el motivo principal por lo que he seleccionado la casa de hoy. Muchas veces, un pequeño detalle marca una gran diferencia, y si este detalle es único, todavía más.
En sí, la casa de hoy es una casa de estilo nórdico bien sencilla, donde el blanco es el principal protagonista, pero la gran diferencia la marca su mesa del comedor. Una fantástica mesa de madera recuperada que sinceramente a mi me ha robado el corazón.
Si os acordáis ayer justamente os hablaba de esto, de elegir entre madera nueva o madera vieja, y hoy os enseño el claro ejemplo de combinar las dos. El resultado espectacular.
Se puede decir que este salón-comedor no necesita ningún otro elemento decorativo, ya que la mesa decora por si sola y le aporta un carácter especial a la estancia.
No se vosotras, pero yo ya me la llevaba de calle. Ya la imagino en mi pequeño salón (adaptada a mis medidas claro!), quedaría tan bien!. Tendré que mirar de ponerme manos a la obra y hacerme una igual porque sinceramente me ha dejado enamorada perdida.
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Por cierto, el taburete del baño es otro elemento que si o si también me lo llevaba. Esa madera antigua, manchada por el paso del tiempo no tiene precio!. Como véis, combinar dos tipos de madera es una idea genial para marcar estilo en nuestra casa.
Solo falta encontrar las piezas adecuadas.
Y vosotras,
¿Tenéis alguna pieza recuperada en casa?
¿Algún objeto fetiche?
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Fuente: este post proviene de Alquimia, donde puedes consultar el contenido original.
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