Como ves antes de que nos mudásemos a esta casa y empezáramos a hacer cambios, en este dormitorio pequeño había una cama de matrimonio que ocupaba toda la habitación a pesar de no ser la habitación principal, y un mueble cómoda enorme a los pies de la cama. Aparte de dormir, en esa habitación no se podía hacer nada, casi ni pasar… Además, la habitación resultaba muy oscura aunque tiene orientación Sur.
Lo primero que hice para que resultara más luminosa es pintar en blanco las paredes que estaban en azul, aunque dejé la del fondo en el color topo que tenía para remarcarla. El resto de cambio es gracias al mobiliario y la decoración. Por un lado, para que pudiera usarse como habitación de invitados, cambié la cama de matrimonio por una cama diván que puede abrirse y tener espacio para dos personas igualmente. De esta manera sigue sirviendo como habitación de invitados, pero deja espacio libre en la habitación para el día a día.
Para tener espacio de almacenaje, aproveché el pequeño hueco que quedaba entre la cama y la pared para poner una estantería de pino natural, aunque en realidad son dos, una sobre la otra unidas por herrajes, para aprovechar la altura. Al ser abierta, a las baldas de abajo se puede acceder fácilmente desde el lateral.
Para su función como habitación de invitados, añadí un punto de luz sobre la cama para hacer de lámpara de mesita de noche.
Peeero además aproveché a hacerme mi rinconcito de oficina en casa, que esta habitación con tanta luz es estupenda para trabajar sin dejarte la vista en la pantalla del ordenador. El escritorio te sonará, porque es reciclado de la otra casa (igual que la lámpara de techo), y como ves he aprovechado nuestra mesita de noche con cesto de la ropa para poner la impresora y guardar retales de telas para mis retapizados y labores varias, jejeje. Y si hay visita, ¡se coloca junto a la cama!
Para organizar el material de oficina, he usado el panel perforado de madera que ya tenía, que con sus ganchos permite adaptarse a lo que necesites, y una balda de madera de pino natural con unas escuadras de metal en blanco. Y para dejarme notas a mi misma, que con mi memoria es importante, una pizarra hecha con un contrachapado de madera pintado con pintura de pizarra y cortado en forma de casa con la caladora, y un marco de cuadros con el fondo en corcho. Para alegrar aún más el rincón de oficina en casa, unas láminas pintadas por mi padre.
Y con estos cambios, hemos conseguido que un dormitorio pequeño sea una habitación multifuncional que sirve de oficina en casa y de habitación de invitados, y hemos ganado en luz… Y todo por poquito dinero, solo con una manita de pintura y un cambio de muebles. ¿Qué te parece? ¿te gusta el cambio?
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