El estilo de decoración africano se fundamenta, como no podía ser de otra forma, en la utilización en los distintos tipos de madera como material principal. Una madera de tonos más bien oscuros, como nogal, caoba, marrón o cerezo que potencian la sensación de calidez y confort. Asimismo, se apuesta por acabados naturales, incluyendo los nudos, vetas e imperfecciones propias de la madera, que al fin y al cabo es un elemento vivo. Esto hace que los muebles rústicos sean sin duda los elementos estrella de estas decoraciones, no solo en las piezas principales de mobiliario, sino también en otros muebles auxiliares, como mesitas o taburetes.
Los tonos tierra, ocres, marrones y cálidos en general también están presenten en suelos y paredes. Estas últimas suelen decorarse con cuadros étnicos y/o de animales salvajes del continente africano, como leones, tigres o elefantes. Pero no solo las paredes, sino toda la decoración en general es una oda a la naturaleza africana: plantas, troncos y ramas secas, piedras, plumas, paja, jarrones de barro… Cualquier elemento natural es susceptible de ser integrado en la casa. Y tampoco pueden faltar las telas africanas, presentes en cojines, mantos, ropa de capa y alfombras, decoradas con motivos étnicos y llamativos colores.
Del mismo modo, también son típicos del estilo de decoración africano todo tipo de objetos artesanales, como cestos de ratán, jarras, recipientes, máscaras, escudos, lanzas o tambores. Por último, recuerda que, como en cualquier otro estilo decorativo, no es necesario, ni mucho menos, que cumplas todas sus premisas, sino que también puedes coger algunas pinceladas de este para integrarlas en tu decoración con el fin de dar personalidad a tu casa.