El paso del tiempo, los arañazos de los muebles, las manchas de líquidos sobre nuestro suelo o el puro aburrimiento son algunos de los motivos por los que muchas personas decidimos cambiar nuestro suelo de madera.
Pero, aunque parezca imposible y por muy viejo que se vea, se puede renovar para que luzca como el primer día sin tener que sustituirlo.
De esta manera, estaremos alargando la vida de nuestro suelo de madera, cuidando el medioambiente y ahorrando dinero frente al coste de instalar un pavimento nuevo.
El proceso de lijado y barnizado de un suelo de madera ha cambiado mucho durante los últimos años, y lo que antes era sinónimo de polvo, olor y permanecer fuera de casa durante unos días ahora es sinónimo de bienestar y salubridad.
Pero la clave está en elegir los productos adecuados y a un verdadero profesional, que tenga los conocimientos y la maquinaria necesaria para devolverle la vida a nuestro suelo de madera sin polvo de lijado ni olores.
Actualmente hay en el mercado muchos tipos de barnices para proteger un suelo de madera, pero no todos son iguales y si no siga leyendo para que no le den gato por liebre:
Barnices de urea formol
Son barnices muy resistentes que dejan un alto nivel de brillo, pero con el tiempo se produce un blanqueamiento general del pavimento y manchas blancas que no desparecen si no es lijando el suelo. Son altamente tóxicos para la salud del profesional al aplicarlos por el fuerte olor que desprenden, y del propietario del suelo porque desprenden toxicidad durante años. (abstenerse las personas alérgicas o con sensibilidades de elegir este barniz para su suelo).
Barnices de poliuretano al disolvente
Son barnices bastante tóxicos que ofrecen a la madera durabilidad y un alto brillo en la superficie, además de un aspecto amarillento con el paso de los años que no suele gustar nada, producen un horrible olor a disolvente. Son barnices poco elásticos, lo que hace que cuando un objeto cae sobre la madera, la capa de barniz existe el riesgo de que rompa de tal manera que se ve el impacto del objeto y un círculo de aspecto cristalizado por la rotura del barniz.
Barnices con base acuosa o barnices al agua
Actualmente son los más populares porque además de no ser tóxicos no huelen, lo que hace que sean cada vez mas demandados por los propietarios. Son barnices muy resistentes al desgaste y a la goma de los zapatos y muy elásticos, por lo que cualquier objeto que caiga sobre la superficie la hunde sin romper el barniz.
Los barnices al agua se presentan en diferentes acabados dependiendo del aspecto que queramos dar a nuestro suelo. Los acabados pueden ser: brillo (es importante tener en cuenta que el brillo de un barniz al agua siempre será menos brillo que el de un barniz de urea formol o poliuretano al disolvente) pero con unos niveles de brillo muy aceptables, o satinado, mate, extramate y natural.
Este último muy demandado por arquitectos y decoradores por su sorprendente apariencia natural, ya que el suelo se encuentra perfectamente protegido y el aspecto y tacto es de una madera sin tratar.
Hemos hablado de proteger el suelo con el barniz adecuado, pero el título de este post es: ¿Por qué cambiar tu suelo de madera si puedes darle el aspecto que desees? Y el aspecto no solo se cambia barnizando el suelo, que también podría ser porque si tienes un barniz brillo de poliuretano al disolvente y lo restauras utilizando un barniz al agua de acabado natural, el cambio de aspecto de tu suelo va a ser considerable.
Pero ahora queremos referirnos a darle un aspecto más radical, cambiándolo de color. ¡Si has oído bien!, un suelo de madera también se puede cambiar de color y ponerlo del color de tus puertas nuevas, o tu nuevo armario que tanto te gusta, o incluso puedes cambiar de estilo, transformando tu típico suelo de roble aburrido en un suelo vintage con un color oscuro, por ejemplo y destacar la veta de la madera con un color blanco.
Haz clic aquí para ver estilos de suelos.
Lo que se te ocurra puedes pedir a un buen profesional, que disponga de los productos y maquinaria especializada para hacer este tipo de trabajos. Es importante que sepas que el lijado de los suelos también ha evolucionado y que ya hay máquinas de contención de polvo que usan los profesionales, que evita que tengas que tapar los muebles y realizar una limpieza profunda al finalizar el lijado de la madera. Pincha aquí para ver de lo que estamos hablando.
En este link tienes información de profesionales certificados por Bona, la marca líder de barnices al agua del sector para poder pedirles presupuesto o asesoramiento técnico.
¡Ya sabes ahora el estilo de tu suelo lo elige tú!
Para terminar este post y así poder ofrecerte la información completa es importante saber si tu suelo es de madera o laminado. ¿Sabes diferenciarlo?
Sigue leyendo entonces…
Diferencias entre los suelos de madera y laminados
Los suelos de madera son de madera noble, que suele estar tratada, y puede lijarse y restaurarse cuando queramos. La naturaleza ofrece una gran variedad de colores, tonos y texturas. Incluso eligiendo una misma especie no hay dos piezas de madera maciza iguales.
Los suelos laminados por su parte suelen tener una base o tablero de fibras de alta densidad (HDF, DM o MDF), acompañado de un panel decorativo en su parte superior que imita el dibujo de la madera. Y en la superficie una capa transparente de desgaste, que al tratarse de un material sintético no permite ser lijado. Esta es una gran desventaja frente a los suelos de madera.
Los suelos laminados se pueden encontrar imitando la apariencia de una gran variedad de maderas, sin embargo, la diferencias entre lamas será siempre limitada y muchas estarán repetidas.
Otra de las grandes virtudes de la madera maciza frente a los laminados es que puede durar décadas e incluso siglos, si el cuidado es el correcto. Aquí podréis encontrar productos adecuados para la limpieza y mantenimiento de los suelos de madera.
La vida media de un suelo laminado es de 15 años. En este link podréis encontrar productos para limpieza y mantenimiento de los suelos laminados.