Encontrarte tesoros en mercadillos, en tiendas, en el desván de una casa, o quizás en los derribos y espacios de venta de segunda mano se convierte en una buena practica, con los que perder el miedo a convertirse en un autentico Indiana Jones. Estos tesoros que para algunos son mas que un estorbo y para otros, piezas únicas y perfectas para completar el espacio y la decoración de un lugar. Bancos antiguos, lámparas vintage, o incluso maderas y revestimientos para suelos que hoy se cotizan a la alza.
Estos elementos, con los que aderezar el espacio, y aportar textura, ya sea en su estado original, o con una mano de restauración.
Hoy nos perdemos en una vivienda que capta todo esto, perfecta por su historia y propia de un amante de las antigüedades que sabe integrar en espacios estas joyas para que sin recargar demasiado, se combinen perfectamente con el día a día.
Suelos en madera desgastados, hidráulicos, o bancos misales, como piezas singulares que quizás nos hubiéramos planteado mas para un merendero y no para un comedor.
No abuses de cazatesoros, e integra estas piezas en espacios amplios y con mucha luz. Si recargas el espacio en pisos pequeños, perderemos el gusto por el diseño, y lo abarrotaremos de información perdiendo así su protagonismo.
Y vosotros… ¿sois de colocar antigüedades en casa, o preferís el minimilismo y la actualidad de cada época?
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