Una de las razones, es que según pasa el tiempo, por mucho que adoro Madrid, llega un momento, cuando pasan muchos meses, en que tengo que salir de él. Para parar, para respirar, para tranquilizarme y para recuperar un ritmo humano! Para descansar en condiciones vamos.
Y mis destinos, suelen ser playa o montaña, nada de ir a ciudades igual o más grandes!! (bueno vale, Londres no cuenta), me gusta ir a sitios donde se respeta el ritmo de siempre, el que te permite hablar de tú a tú a las personas, tomar el aperitivo cualquier día, dar un paseo respirando oxígeno del bueno, y no medir el tiempo. Por mucho que lo intente, en Madrid, no soy capaz de hacerlo, aunque no tenga que trabajar.
Nunca había estado en Cantabria, y desde el momento que la pisé hace poco menos de 10 días, ya supe que volvería en cuanto me fuese posible. Y el pueblecito que os muestro hoy, Bárcena Mayor, es una muestra de todo lo que podéis (podemos) encontrar. Vamos, que en un tris, me convierto en Heidi, y escribo el blog desde allí!!!
Síiiii, cuando ví esta pradera, me dieron ganas de hacer la croqueta corriendo por ella, gritando "Peeeeeeeedrooooooo" Y que conste, que las fotos, no tienen retoque alguno, si a caso, no le hacen justicia a la realidad!
Este pueblito se sitúa en el Parque Natural Saja-Besaya, en la parte más occidental cántabra, en un valle, alejado del mundanal ruido, y solo se puede acceder por carretera en coche. Bueno, o a caballo, bici o burrito ;P
Además es Conjunto Histórico Artístico, está todo como veréis, muy bien conservado (supongo que rehabilitado desde hace relativamente poco, y sino es para darles infinidad de premios por su estado de conservación) y es un placer, pasear por sus callecitas llenas de casas de piedra, madera y flores!!, porque los balcones parecían una competición a ver quién tenía más y más coloridas.
Véis que bonito!!??, me sorprendió muchísimo, que en un pueblito tan peque hubiese tanta oferta gastronómica!, había al menos cuatro restaurantes realmente grandes...y el olor que venía de ellos, casi que llamaba a asaltar su cocina directamente!
El contraste de los muros de piedra, las viguerías y balcones de madera, las tejas, la forja de los faroles, y el verdor de las plantas de alrededor, lo hacen casi un lugar de cuento en pleno norte de España, desde luego si estáis o planeáis un viajecito por allí, os lo recomiendo.
Además de oferta gastronómica, hay varios alojamientos. Como os decía, el pueblo es pequeñito, pero está equipado con todo lo necesario para dar servicios al visitante. ¿no os parece encantadora la Posada chiquita de la foto?
Éso sí, os aviso, hay parking unos metros antes de llegar al pueblo, y es recomendable dejar el coche en él, porque las calles son estrechas y no hay espacio para aparcar, a no ser que seas residente. Pero ésto, que para vaguetes, pueda parecer un inconveniente, yo creo que es un plus favorable, que hace que el conjunto sea aún más tranquilo y limpio. Además, que hay que mover el culete oigan!!
Para ir acabando el post...tienen hasta un pequeño río (río Argoza), donde me quedé con ganas de meterme!! el agua limpita y el solete ayudaban a mis deseos de introducir los pinrelillos en él, pero no me quería constipar más de lo que estaba (sí, estaba más que fresca).
Lo mejor, es ver, como en estos lugares, respetan el ritmo natural de las estaciones. Mientras, algunos de los árboles ya empiezan a cambiar su verde por una tonalidad un poco más dorada, la gente ya estaba liada con el acopio de la madera, para hacer leña en otoño e invierno, además de para su artesanía tradicional, que es característica de la zona.
¿Qué os ha parecido? ¿os gustan este tipo de sitios para desconectar de la ciudad? ¿a qué sitios soléis ir en vacaciones? Recomendadnos lugares relajantes de España, que seguro hay miles que no conocemos.
Y con este post, estrenamos temporada de Otoño! Feliz fin de semana, os espero en las redes sociales como siempre.
Mil besos
Mónica t.