Blanco, blanco, blanco. Últimamente me decanto por la decoración en este color, llevado a un extremo total. La mezcla de la rusticidad de esas casas de campo con vigas de madera y suelos del mismo material y la luz y amplitud que aporta el blanco en estos ambientes, dando un aire chic y moderno al estilo rústico de toda la vida. Blanco en las paredes, vigas de madera, techos y hasta en los suelos. Blanco también en los mueble, más o menos difuminado, asomando ligeramente la madera más oscura. Haciendo sólo una ligerísima concesión al color en una pequeña pincelada pero en tonos naturales, tostado, gris piedra...
Se crea de este modo un ambiente limpio, puro y tan acogedor que invita al relax y el descanso y te aleja de las preocupaciones del día a día.
¿Que te parecería llegar a una casa como estas despues de un largo día?