Alpargatas a parte, la mañana nos ha cundido, he visto y conocido tiendas desconocidas hasta ahora para mí, saludado a algún amigo que tiene en estas famosas galerías su anticuario y encontrado una auténtica “pieza joya” para una clienta ¡ojalá me la hubiera podido permitir yo! espero que ella se enamore tal y como me ha pasado a mí, si esto ocurre, lo veréis publicado cuando termine de decorar su salón. Ahí queda eso…
Pues bien, con tanto paseo y tanto calor, ahora sólo me apetece tumbarme en el sofá a ver la tele (una utopía porque como veis sigo aquí trabajando).
Y de esto mismo va hoy el post, de la televisión. Nos guste o no, estos “cacharros” forman parte de nuestras vidas, quizás de unos más que de otros, pero siempre están ahí presentes. Es cierto que a lo largo de los años son cada vez más estéticos y por tanto, fáciles de integrar en un espacio, pero no dejan de ser lo que son. Si a todo ello le sumamos que en las casas reales nunca suelen estar solos sino que van acompañados de DVD´s, equipos de música, a veces consolas,… puede parecer que las imágenes de esta reseña sean pura ciencia ficción.
Con esto no quiero decir que no podamos tener salas de televisión tan bonitas y ordenadas como estas, pero mejor planificar antes lo que vamos a poner y cómo lo haremos. Tanto las tomas de electricidad como de antena pueden ir colocadas detrás, también hay muebles en el mercado que llevan orificios para pasar los cables y que queden ocultos, televisiones que parecen cuadros (con marco incluido) o que están embutidos en la pared, otros se ocultan tras paneles correderos,… posibilidades hay infinitas tantas como veréis en el post y más. Sólo añadir que aunque en decoración no reparamos en ellos, siempre están ahí y nos hacen compañía, así que ¡feliz relax frente al televisor!
Imágenes vía Pinterest
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