Pero tener una entradita bonita no implica, como insistíamos ayer, hacer una gran inversión. Y ni tan siquiera disponer de 8 metros cuadrados solo para esta estancia. Nooo, hay incluso entradas concebidas para espacios diminutos que bien merecerían un reconocimiento. Y para eso estamos hoy aquí. Vamos a ver que en un rinconcito, incluso cuando la forma no acompaña, se pueden incluir algunos elementos que le den a la entrada ese poder de dar la bienvenida.
Empezamos. Supongamos que tenemos un espacio muy pequeñito, solo necesitamos un cajón de madera y algunos elementos decorativos como jarrones, flores, velas, alguna cajita… y voilá:
Tampoco se necesita mucho espacio para poner esta combinación: espejo de pie+ cesto de mimbre+ una plantita. Y mirad qué bonito queda. En este caso han puesto además una mesita y algun detalle más.
Otra opción, unos cuadros y una balda en la que poner algunos detallitos. Sin más.
¿Y si ponemos un banco individual y una mesita auxiliar pequeñita con algún jarrocito? o por ejemplo combinando los bancos, con una estanteria de pie, un cesto y un perchero como en la última fotito. No se necesita mucho espacio tampoco para esto…
Una mesita auxiliar con unas tazitas, cuencos o algún jarroncito y alguna combinación de cuadros:
Solo necesitamos una balda y algunos elementos decorativos y por poco espacio que se tenga…ya véis que se puede:
Por último, una balda a modo de asiento, un perchero y listo:
Espero que el post de hoy os haya dado mucha inspiración para aquellas entraditas pequeñísimas. Porque también pueden quedar monas, ¡claro que sí!
Si te ha gustado comparte y comenta. Me hará mucha ilusión :).