Hace un tiempo mi hermano, que vive todavía con mis padres, me pidió ayuda para cambiar de aspecto su dormitorio, bueno mi antiguo dormitorio, ya que cuando me fui a vivir a mi piso, el emigro a mi habitación en casa de mis padres. Como es un proceso lento y largo, he decidido dividir el post en tres partes para que se pueda ver el proceso en detalle y no sea muy pesado. Esta primera parte vais a ver el primer paso que dimos que fue el cambio de color.
Antes de empezar con el cambio de cualquier parte de la casa, para mí son básicas estas tres preguntas:
¿Qué busco? Espacio de almacenaje, luminosidad, amplitud....
¿Qué quiero conservar y que quiero tirar?
¿Qué estilo de decoración me gusta más?
Partiendo de estas tres preguntas creamos una base decorativa para no volvernos locos en las compras, combinación de elementos, etc. Y siempre muy importante buscar inspiración y guardarla en una carpeta, así nos será mucho más fácil ver todas las ideas que nos han gustado y poder escoger lo que más se complemente.
En este caso mi hermano buscaba obtener un espacio más despejado, que le diese serenidad y poder estar relajado cuando estuviese en el dormitorio, Pero a la vez necesitaba mucho espacio de almacenaje. Y por supuesto combinar zona de dormitorio y zona de estudio, ya que es universitario. Se querían muchas cosas en un espacio muy pequeño, por lo que a veces es muy complicado obtener tu idea de la cabeza, pero siempre se puede adaptar al máximo. En cuanto al estilo, quería un estilo sencillo, moderno, minimalista, y con una base nórdica, todo muy blanco y en colores fríos. Quería jugar con la gama del blanco, gris y negro. En cuanto a muebles solo quiso conservar uno, que se repintaría.
Como veis este post no va a ser nada estético. Su dormitorio tenía las paredes en un color azul celeste clarito, con los muebles en color roble con toques en azul.
Para las paredes quería un color frio y claro, pero que no fuera el blanco, así que optamos por un color gris muy claro, y una de las paredes en dos-tres tonos más oscuro.
El proceso para pintar las paredes una vez hemos despejado todo el dormitorio es muy sencillo. Lo primero que tendremos que hacer es enmasillar todos los agujeros que tengamos, lijarlos una vez secos. Limpiar con agua y jabón todas las posibles manchas que tengamos de suciedad.
Con cinta de carrocero rodear todos los marcos de puertas, ventanas, armario y roda pies. Te pasas mas rato protegiendo que pintando, jajaja. También quitaremos los embellecedores a los interruptores.
Luego solo hay que cubrir el suelo, lo mejor es cartón o papel, nunca plástico, porque podríamos resbalarnos con él. Sin embargo el plástico lo usaremos para cubrir muebles pesados que no podamos sacar de la habitación.
Empezaremos por el techo. Siempre debes utilizar un rodillo especial para paredes y un alargador para que así os sea más fácil trabajar.
Cuando este seco el techo, deberemos precintar con la cinta de carrocero toda la unión del techo con la pared, para que así si nos pasamos al pintar la pared no se nos manche el techo. Este trozo siempre es mejor pintarlo con paletina, al igual que las uniones de pared con pared, ya que por estas partes el rodillo no llega fácilmente.
Si queréis como nosotros pintar una pared más oscura, haremos el mismo procedimiento que con el techo, cuando estén secas las paredes, pondremos cinta de carrocero en las uniones entre las paredes para que así el color oscuro no pueda pasarse al claro, o al contrario.
Y ya solo nos falta disfrutar del cambio. Sé que este post es un pelín sosillo, pero tranquilos que en el siguiente ya podréis ver muebles, y poder ver un poco más ese cambio.
Por último agradecer a Linos decoración y el grupo PYMA por ofrecer material para este cambio.
Os espero en la segunda parte ¡Que no falte nadie!
Bss