Cuando vi en Pinterest estos delicados móviles de cristal enseguida quise saber más sobre ellos.
Su nombre es Furim y también se las conoce como campanas de viento. En japonés “Fu” es viento y “rin” es campana.
Origen
Por su estética me parecieron de origen chino y no iba desencaminada. Las campanas de viento se utilizaban como herramientas de adivinación en China donde eran colgadas en los bosques de bambú para conocer la dirección del viento.
Luego llegó a Japón a través del budismo y su uso cambió para convertirse en un ahuyentador de malos espíritus.
Materiales
Al principio fueron realizados en bronce pero resultaba muy caro y sólo era accesible para las familias nobles y samuráis.
Es en el S XVIII cuando las técnicas de fabricación de vidrio holandeses fueron introducidos en Nagasaki durante su periodo de aislamiento. Enseguida, el vidrio, que nunca antes había sido visto por allí se expandió a otras ciudades como Osaka, Kyoto y Tokio. En el S XIX los furim comenzaron a fabricarse en cristal.
Actualmente también las podemos encontrar de cerámica.
De la campana pende una cuerda que está unida en su extremo a un papel, que es movido por el viento y a su vez hace sonar la campana.
En el papel se suelen escribir deseos o frases para la buena fortuna.
Feng Shui
Los que ya conocéis el blog ya sabéis que siempre nos gusta dar una visión Feng Shui y es que las campanas del viento son perfectas para utilizar como armonizador dentro de un espacio.
Las campanas de viento tienen la misma utilidad que cualquier otro móvil y pueden resultar una cura muy efectiva a la hora de aquietar el paso de la energía, armonizarla y darle un movimiento más suave.
Además, al ser sonoras, nuestras campanas de viento son capaces de renovar el movimiento de la energía en zonas de estancamiento del chi, limpiando el espacio con su sonido.
¿Qué os han parecido las campanas de viento japonesas?
Si te ha gustado comparte o haznos llegar tu comentario. ¡Gracias!
https://www.facebook.com/InFengShui/