El color añejo de las cartas antiguas no es casualidad. Ni tampoco me incomoda. Al contrario, me arrastra hacia ellas para robarles un poquito de aliento. Es como despellejar todas las letras dejándolas intactas. Para que tengan ese color, las cartas, antes tienen que inventarse. Es todo un ritual que nunca tiene el mismo final. Escribir, avisar a las palabras escogidas para que se asomen por allí y sobre todo, enviarse sin artificios. Darles permiso, a las letras, para que sean ellas y nada más cuando se encuentren en alguno de los caminos de tinta. Normalmente, lo primero que escribes es lo que de verdad sientes. Y una carta entre dos no necesita nada más que eso, sinceridad. La del principio, la que no requiere presentaciones, la que derrochas sabiendo que no se terminará.
Aunque creas que tu carta no suena bien, no borres nada. O como mucho, deja que los tachones también se apunten a ese viaje. Envíala como la has inventado y sólo así será un reflejo de lo que de verdad quieres decir. Y claro, envíala porque quieres. Si lo haces por compromiso, probablemente no llegará a su destino. Se perderá como se pierde la sinceridad si no la utilizas. Envíala sin sellos, sin certificados. El buzón puede ser tu mano. Los carteros pueden cogerse el día libre. Esta carta se sabe el camino.
¿Y si este fin de semana escribes una? Incluso me vale una nota, que arranques de un bloc que normalmente destierras para la lista de la compra y que irremediablemente arrastrará unos bordes de papel descosidos. Ya se sabe, estabas pensando en otra cosa (o en una persona) y no se puede estar en todo. Además, la perfección no depende del estado del papel sino de lo que se ha quedado atrapado en él. Escribe diciendo lo que siempre dices o lo que se te queda dentro. Una tontería o lo más importante de tu vida. Una frase o un párrafo. Pero escribe algo para alguien, para que lo lea, para que lo guarde. Lo que sea. Y sobre todo, para que luego aparezca ese color añejo. El último fin de semana de mayo haz algo con las letras ;)
Alicia Buszczak
Dreamy Whites
French Larkspur
Light our Hearts
Plum Pretty Sugar