Hoy os cuento y os muestro uno de los desayunos que preparamos en Berlín, con algún que otro producto típico pero sin perder nuestro aire mediterráneo, porque si el desayuno es importante para un día normal, si vas a patear la ciudad horas y horas es todavía más importante y no hay que descuidar ningún detalle.
Un desayuno berlinés
Lo bueno de intercambiar casa es que te acerca más a la cultura y costumbres de un lugar, aunque no se puede generalizar, ya que creer que los alemanes no cocinan, después de vivir doce días en una casa donde la cocina parecía mas un despacho que una cocina, pues la verdad, igual es mucho generalizar. Y es que no tenia muebles de cocina, solo los imprescindibles, un mueble independiente de fregadero, una nevera baja y una cocina de gas, como las que tenían las casas de los 70, una mesa, menos mal, y dos estanterías de suelo a techo de ikea, que tenían mas libros que utensilios de cocina. Así que, como comprenderéis, mi conclusión es que no cocinan, dado que los días que nosotros estuvimos lo poco que cocinamos fue bastante incomodo aclararse para hacer algo.
Y ya poniéndonos un poco en situación, por respeto a los dueños solo voy a sacar la parte mas bonita de la cocina, os muestro este rico desayuno que preparamos en la cocina de nuestra casa de intercambio.
Y es que da gusto empezar el día con un buen desayuno en una mesa bonita, por eso hoy me uno a la iniciativa que mi compañera Anabel prepara en su blog Acotío decó para el #clubdelasmesasbonitas y a la que se unen también Dar amina y Momentos Tricinio .
Fan de las flores como soy yo, no podían faltar en mi desayuno Fue facil conseguirlas ya que en estos países del norte tienen mucha más costumbre que nosotros a comprarlas para decorar sus casas. He de decir que me costaron super baratas, si aquí tuvieran un precio más razonable igual nos animaríamos a tener más flores en casa.
Quería un aire informal, de ahí que eligiera objetos dispares que tenían por casa, las tazas, las teteras, el azucarero o la jarra de medir líquidos que utilicé como servilletero, para darle personalidad a la mesa.
Preparamos distintas opciones para desayunar, algo de dulce, algo de salado, café, te, zumo, en la variedad está el gusto. Colocamos los embutidos más mediterráneos que alemanes, en una bandeja de madera de olivo, que no pudimos resistirnos y compramos en un mercadillo. Compramos algunos productos típicos para probar como las berliner, de masa tipo donuts sin agujero, rellenas de mermelada, muy ricas, y también unas rosquillas saladas en forma de lazo llamadas Brezeln, que se venden por todos lados en puestos callejeros ademas de panaderías y que pueden ser dulces y saladas, están eran saladas ya que combinaban muy bien con los embutidos.
Espero que os haya gustado este desayuno berlines, con luz alemana pero con ese aire mediterráneo que siempre va con nosotros y es nuestra seña de identidad.
¿Y a vosotros os gusta preparar la mesa de forma especial para el desayuno?
Puedes ver también nuestro desayuno en familia a todo color
Feliz Miércoles!!!
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