Este impresionante volumen en altura, ha permitido la instalación de una cocina cuyos elementos van más altos de lo normal, y que es la verdadera pieza central del lugar, de tamaño y presencia impresionantes. Diseñarla en color negro hace que todo el espacio tome perspectiva y se cree sensación de profundidad, jugando con las luminarias y las texturas. El solado de madera aporta el acento cálido a un espacio luminoso y amplio, que siga la línea de los loft newyorkinos, con acento nórdico.
En el dormitorio vale la pena prestar atención a una gran cama tapizada y unas bombillas originales de aire vintage. El conjunto es muy coherente y cómodo, el blanco se ha ido rompiendo con acentos azules y naranjas.
¿Qué os ha parecido este interior? Para mí resulta perfecto para una pareja joven y urbana, que busca un pequeño reducto de paz en mitad de la ciudad, para descanso y disfrute. Un espacio pensado para la vida compartida.
Vía Edward Partners