¡Que alegría de cocina! ¡No os parece? Me encantan las cocinas blancas, tan limpias, amplias y luminosas. Los complementos y accesorios que les aportan alegría vienen después, y con un color blanco de base puedes escoger cualquier otro que lo complemente.
No sé que pensáis vosotros, pero cuando vi esta imagen, me gustó todo. Y mucho más cuando descubrí que la pared de naranjas está estampada a mano ¿Te gustaría ver el DIY completo? Sigue leyendo
MATERIALES:
Compra 3 Tonos diferentes de pintura de color naranja (para las naranjas)
2 Tonos diferentes de pintura verde (para las hojas)
1 Pincel plano
1 Cartón
1 Hoja de goma-eva o similar para estampación
Pegamento
PASO A PASO:
Recorta en la goma-eva círculos imperfectos de aproximadamente 5 cm y crea formas de hojas (uno para cada color), a continuación los pegas en cuadrados/rectángulos de cartón que has hecho con anterioridad para crear tus sellos.
Partimos de los colores más claros a los más intensos: Aplica una fina capa de pintura naranja clarito con el pincel en uno de tus sellos circulares y presiona el sello firmemente en la pared. (No olvides de presiona hacia abajo alrededor de los bordes).
Continua con este proceso estampando la pared hasta que este cubierta de manera uniforme. Recuerda que es la primera de tres capas de distinto color, crea un patrón esporádico pero visualmente equilibrado.
Una vez completes esta primera ronda de estampación pasa a repetir el proceso con el siguiente tono de color naranja, el medio y después el más oscuro. Haz combinación de círculos, no tengas miedo de que estos se solapen, se superpongan o en hacer pequeños grupos de naranjas.Para los bordes, recorta los círculos al medio, rompe una esquina... aleatoriamente.
Lleva mucho trabajo, y realmente el resultado no se aprecia hasta que está prácticamente terminado. Tómate tu tiempo, da pasos atrás para ir observando la evolución de tu obra.
Remata tu pared con las hojas, alterna verde claro y verde más oscuro, dale el toque verde donde más rabia te de, de forma también aleatoria donde te inspire.
Si te equivocas, limpia con una toalla de papel húmedo y estampa de nuevo.
La guinda la pone la atrevida puerta esmaltada en uno de los verdes de las hojas ¿Porqué ceñirse a un habitual blanco pudiendo dar tanta personalidad al espacio con un toque verde?
No me negaréis que después de todo el trabajo, el resultado no puede ser más bonito. La alegría de esta pared se acentúa con los complementos, unas letras de madera con el texto EAT a la derecha, un cuadro en el binomio blanco-negro y unas tablas de corte de madera, le dan ese toque casero y acogedor.
Fuente: A beautiful mess
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