En Emmme Interiorismo, entendemos que debido a nuestra cultura en muchos casos la cocina es el corazón del hogar. La elección entre una cocina abierta y una cerrada es una de las decisiones más importantes al diseñar este espacio tan vital. Lo primero en lo que hay que pensar es en cómo son nuestros día a día y cómo nos movemos por la casa. También analizar nuestros hobbies y lo que nos gusta hacer y qué espacios de un hogar son los indicados para ello. De esta forma podemos descifrar un poco mejor cuáles son las mejores decisiones de distribución de estos espacios.
A continuación, os presentamos los pros y los contras de cada opción.
Pros:
Espacio y luz: una cocina abierta proporciona una sensación de amplitud y permite que la luz natural fluya libremente entre las estancias, haciendo que el hogar se sienta más grande y luminoso.
Interacción social: facilita la interacción con familiares y amigos mientras se cocina (opción ideal para los cocinillas, que siempre andan desaparecidos en estas reuniones).
Versatilidad en el diseño: permite una mayor flexibilidad en la disposición de los muebles y la decoración, integrando la cocina con el resto del comedor o del salón.
Contras:
Ruido y olores: es verdad que sin un buen sistema de ventilación y una buena campana extractora, puede ser un problema, ya que sin barreras se esparcen por toda la casa.
Orden y limpieza: mantener una cocina abierta impecable es más exigente, ya que está constantemente a la vista.
Falta de privacidad: puede resultar incómodo si prefieres un espacio de cocina más privado para concentrarte en la preparación de alimentos.
Pros:
Control de ruido y olores: una cocina cerrada permite contener los olores y ruidos dentro de esta estancia sin que pasen a otras del resto de la casa.
Limpieza discreta: es más fácil ocultar el desorden y mantener el resto de la casa ordenada, ya que los utensilios y alimentos en proceso de preparación están fuera de la vista.
Privacidad: ofrece un espacio privado para cocinar sin interrupciones, ideal para aquellos que disfrutan de la tranquilidad mientras preparan las comidas.
Contras:
Menos luz natural: las cocinas cerradas pueden sentirse más pequeñas y oscuras si no cuentan con suficientes ventanas o buena iluminación artificial.
Menos interacción: separa a la persona que cocina del resto de la familia o invitados, lo que puede limitar la interacción social durante la preparación de alimentos.
Rigidez en el diseño: menos flexibilidad en la distribución del espacio, ya que las paredes son claramente delimitantes.
En resumen, como habéis podido leer, los pros de una son los contras de la otra y viceversa. Al final, la elección entre una cocina abierta o cerrada depende de las preferencias personales. Tenemos que poner en una balanza esta serie de puntos que os hemos comentado.
Si os gusta recibir invitados y los espacios diáfanos, sin duda cocina abierta.
Si la cocina es vuestro momento zen o sois unos obsesionados con la limpieza, ruidos y el orden, puede que vuestra elección sea la cerrada.
Es importante que esté bien pensado y bien ejecutado, así que en estos casos un poco más “complejos”, os aconsejamos que os pongáis en manos de un profesional.
Sabemos que en muchas ocasiones las propias casas de cocina se encargan de ello pero creemos que siempre es positivo contar con un diseñador externo que vele por vuestras necesidades y presupuesto.
Ya sabéis que podéis contar con nosotras si seguís teniendo dudas. En Emmme Interiorismo, estamos aquí para ayudaros a diseñar la cocina perfecta de vuestros hogares. ¡Contactadnos y comencemos a planificar el espacio de vuestros sueños!
Gracias, como siempre, por leernos.
EL EQUIPO EMMME
Fuente: este post proviene de Desde Babia_el blog de Emmme Interiorismo, donde puedes consultar el contenido original.
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