Los elementos básicos de un rincón de lectura son: el sillón, la librería, la mesita y la iluminación. Es importante que consigas mantener una armonía entre estos cuatro componentes, aunque tampoco es obligatorio que todos estén presentes en tu espacio de lectura.
Visión de conjunto
El rincón deberá ser acorde al estilo del resto del salón, sin embargo, deberás adaptarlo ligeramente cuando sea necesario. Si tu salón es de estilo pop, intenta rebajar un poco los colores y la ornamentación, pues es difícil concentrarse si estás rodeado de colores chillones.Un truco para combinar sillón y librería es que las patas de ambos se asemejen. Si nuestro sillón las tiene anchas y robustas, deberemos buscar una librería con poco o ningún espacio entre ella y el suelo. Si, por el contrario, son estilizadas resultará más acorde una librería con cierta elevación, lo que además facilitará su limpieza.
En ocasiones, este espacio dedicado a los libros sirve también para separar ambientes en nuestra sala de estar. Si éste es tu caso lo mejor es que te decantes por una estantería sin fondo que dará mayor sensación de amplitud a la estancia. Eso sí, asegúrate de que la estabilidad es la adecuada, pues no contarás con el apoyo de la pared.
El sillón perfecto
Es imprescindible que aciertes con el asiento que elijas. Lo fundamental es que sea lo suficientemente cómodo como para pasarte en él horas leyendo sin sentir molestias. Los chaise-longue son cada vez más populares y, si sus líneas se acomodan a ti, son una gran solución.Más clásica es la opción de acompañar tu sillón con un reposapiés. Esto te proporcionará varias ventajas. Podrás graduar la distancia del reposapiés a tu gusto y tapizarlo a juego con el asiento elegido. Otra gran idea es adquirir un sillón de masaje: así podrás alimentar tu mente mientras tu circulación mejora y las tensiones musculares desaparecen.
Ilumínalo
Leer sin la luz apropiada, además de ser incómodo, puede perjudicar a la larga tu visión, así que deberás prestar especial atención a este aspecto. La luz puede ser directa o indirecta. Si optas por lo primero la potencia deberá ser menor, entre 60 y 70 vatios; si te inclinas por la segunda opción, habrás de incrementarla aproximadamente hasta los 100 ó 150 vatios.La opción más popular consiste en situar una lámpara de pie junto al sillón de lectura. Ésta puede tener un foco apuntando directamente a la lectura o, por el contrario, dirigir su haz de luz hacia el techo para que éste lo refleje, logrando una mayor iluminación general de la estancia y eliminando la posibilidad de tener reflejos incómodos en los libros.
También has de cuidar la elección de los colores que vayas a emplear. Evita los tonos estridentes que dificulten la concentración y el relax; los cálidos e intensos no son los más adecuados, aunque un amarillo pálido sí puede ser de gran ayuda. Combinaciones más relajadas con gamas frías, marrones, grises y blancos son, en principio, las más acertadas y sencillas de aplicar.
El toque final
Ya sólo te queda escoger la mesita que completará el espacio. Además de su valor decorativo, te será muy útil si quieres tener cerca una bebida o un aperitivo para disfrutar de ellos mientras lees. También podrás dejar sobre ella tu lectura si necesitas levantarte por cualquier motivo. No olvides que, si escoges una lámpara de mesa, este soporte será el encargado de albergarla.Ahora no tienes excusa para no darte un homenaje a ti mismo regalándote un espacio estético, personal e íntimo en el que perderte cuando quieras. Un buen libro acompañado de un tentempié serán los mejores remedios caseros para el tan temido estrés de nuestros días.