En estas imágenes vemos el bajo del mueble, un sinfonier de cajones, con su estado original, y el mismo una vez acabada la personalizaciòn. Antes de empezar a ver el proceso, me gustaría dejar claro algunos conceptos, que aunque luego los repita, creo que deben de quedar muy claros. En los muebles los esfuerzos y las cargas, están estudiados para que la madera (aglomerado en este caso), no se deforme ni sufra roturas con una carga normal de peso. Por eso mismo, debemos estudiar donde se realizan los apoyos, y donde están los puntos débiles del mueble.
En este caso, todo el peso del mueble descansa en los tableros laterales, y en la tabla frontal exterior. Por lo tanto, si sujetàramos las ruedas en la base del mueble, tenemos todos los boletos de la rifa, para que se nos rompa la tabla base, ya que no esta pensada para eso. Por todo esto, deberíamos intentar que la mayor parte de la sustentación de las ruedas, se realice en los laterales.
Para ello, yo he usado una balda metálica de una estantería. Cuanto mas rígida sea la balda, mejor sera el apoyo lateral de la estructura.
También hay que tener en cuenta el tamaño del mueble, porque casi nunca encontraremos la medida perfecta, como en este caso. De cualquier manera, siempre se podrá reforzar, con los mismos perfiles de las baldas metálicas, osea con los pies que forman la estructura de las estanterías metálicas.
Ya he dicho que en mi caso la balda no es del tamaño adecuado. En mi caso es mas larga que la tabla base del mueble. Para adecuar las medidas podemos usar una simple sierra de metales. Las herramientas eléctricas son mas cómodas, pero casi seguro que deforman mas la chapa.
Una vez cortada, se lima los cortes, muy importante, porque la chapa corta mucho y muy mal, ya que desgarra la piel. Si es necesario, por la deformación, con un martillo se endereza un poco la chapa.
Tampoco es muy importante que el corte sea perfecto, por lo menos en este caso, ya que al ser mas larga, vamos a tener una superficie superpuesta, y además no se va a ver.
Después de volver a tomar medidas, marcamos la zona de solapamiento de los dos trozos de chapa. Y como ya os habréis dado cuenta, no encajan una dentro de otra. Así que podemos solucionarlo, cortando el doblez de la chapa, para que uno de los lados encaje bien, embutido uno dentro del otro. El lado sin embutir sera el que atornillemos en el mueble.
El corte lo hacemos con unas tijeras de chapas, o una sierra y mucha paciencia.
Para embutir una chapa en la otra, yo me he ayudado de un destornillador plano, y una escuadra, que casualmente tiene el tamaño adecuado. de esta manera abrimos el doblez de la chapa, y ahí dentro introducimos el doblez de la otra chapa. Cuanto mejor quede embutido, mejor sera el refuerzo y la estabilidad de la unión.
Aquí podemos ver la zona superpuesta, y es esa la zona que vamos a martillar, para que se refuerce la unión. En el lateral frontal, donde no hemos montado una chapa sobre otra, es la vamos a atornillar al larguero inferior.
Todo esto lo vamos a reforzar con remaches, para que la unión sea lo mas fuerte posible.
Para ajustar la chapa lo mejor posible al mueble, cada uno puede hacer lo que mejor le parezca. Mi sistema es ponerla en su ubicación final, y realizar los taladros para tornillos y remaches. Creo que las posibilidades de error disminuyen bastante con este método. Primero se realizan taladros, si es que la balda no los tiene, para sujetar la chapa a la madera. Y después se realizan los taladros para los remaches, poniendo una madera, a modo de mártir, por debajo de la chapa.
El numero de taladros para tornillos y remaches, va a ser mas cosa de la intuición de cada uno, que de una medida estándar habitual. No creo que haya estudios que den las medidas para estos casos.
Los hay que piensan que cuanto mas mejor, y otros piensan que poner demasiado debilitan la unión.
Que cada uno se equivoque como quiera.
Los últimos taladros que hacemos en la chapa, van a ser los que usemos para las ruedas. Es muy importante medir el radio de movimiento de las ruedas. Si no lo tenemos en cuenta, nos podemos llevar la sorpresa, una vez acabada la faena, que las ruedas no pueden girar.
También vamos a usar, y por lo tanto a taladrar, los ángulos de la estantería, como base de las ruedas, para que la chapa no se deforme bajo ellas.
El montaje ya completado. Tengo que explicar algo fundamental de las rueda, pero de momento, y dependiendo que ruedas se van a poner, esto seria el final del montaje. Atornillar la balda a los laterales y al frontal, comprobar que el mueble se mueve y ya esta.
Pero no siempre las cosas salen bien a la primera. Y en este caso la balda no es tan rígida como esperaba. Aquí es donde se pueden poner los refuerzos que he comentado antes.
Si ponemos un perfil de la estructura de la estantería, atornillado a la parte trasera de la balda, con los tornillos y tuercas que forman parte de la estantería, conseguiremos una estructura mas fuerte, y con menos tendencia a la deformacion.
En mi caso, como la deformacion es tan poca, con un taco de aglomerado, consigo que la chapa no se doble, y las ruedas funcionen perfectamente.
Y hablando de ruedas, tenemos que hablar del freno de las ruedas. Si al comprar las ruedas nos decidimos por el típico juego de cuatro ruedas, seguramente dos de ellas tendrán freno. Es algo que viene muy bien, pero en nuestro caso, donde las ruedas no se ven, y por lo tanto no tenemos acceso a ellas, no nos sirven de nada. Además nos puede tropezar el freno con la madera en el giro de la rueda, ya que sobresale bastante de la rueda.
Cuanto mas en la esquina tengamos la rueda, mas fuerte sera la base de la chapa, por eso necesitamos que la rueda, pase lo mas cerca posible de la esquina de unión de las maderas. Si dejamos el freno, tendríamos que dejar las ruedas mas separadas de los largueros y del frontal.
Aquí podemos ver una rueda con el freno, y otra a la que hemos quitado del freno. En realidad lo único que quitamos es la palanca que acciona el freno. El resto del mecanismo no molesta, y no ejerce ninguna acción contra la rueda.
Para retirar la palanca empezamos por accionar el freno. Tenemos que quitar la parte de la palanca que esta por encima del conjunto de la rueda. El método que he empleado ha sido serrar esa parte, aunque no hace falta serrarla del todo. Una vez hecha una buena muesca, podemos finalizar el trabajo con unos alicates, sujetando un extremo de la palanca con un alicate y el otro extremo con otro, y haciendo movimientos giratorios. Es decir, como se ha cortado chapas con la mano de toda la vida.
Y después de este especial ruedas, vamos a ver el final del trabajo. La idea es que las ruedas no se vean, pero que se pueda mover el mueble.
Aquí tenemos el mueble sobre una superficie bastante plana. Vemos que a ras de suelo las ruedas no se ven, y la altura es mas que suficiente para dejar, por ejemplo, espacio para una alfombra.
En la habitación vemos que la altura cambia un poco. El suelo no esta lo suficientemente plano como para apreciar esta altura.
Si queremos dejar mas altura, podemos poner otro tipo de ruedas mas grandes, o poner un suplemento bajo las ruedas, para elevar la altura.
Este es el segundo mueble al que hemos aplicado este "tratamiento".
Mas adelante enseñaremos ese primer mueble, porque ofrece una solución económica a la falta de sitio en una habitación con un sofá cama, que si ha de ser abierto, nos impediría poner delante el mueble. Pero con las ruedas, podemos moverlo en esas ocasiones en que las visitas precisan del sofa cama, y volver a ponerlo en su sitio al cerrar la cama.
Y esto es todo por hoy. Espero que os guste, y animaros a hacerlo, porque la dificultad es pequeña, y los beneficios pueden ser grandes. Hasta otra.