Te desvelamos cómo conseguir que tu vivienda respire una decoración más dinámica y personal con esa vieja puerta que encontraste en la basura o en la casa del pueblo. Y por supuesto, cómo hacer que sea 100% funcional.
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Tanto han cambiado las cosas que ahora lo nuevo es tener lo más viejo. Por eso, medio mundo – al menos todo aquel que se considere un apasionado de la deco – está deseando comprar una casa con solera antes que una de nueva construcción. ¿El motivo? Esos elementos arquitectónicos que puedes llegar a descubrir bajo capas de yeso, renovaciones setenteras y alguna que otra atrocidad de cuando lo nuevo era tener lo más nuevo.
Pero si hay un elemento clave que todos desearíamos encontrar en estos pisos decimonónicos es una linda puerta antigua con sus labrados herrajes y su picaporte original. Toda una joya que ahora nadie osaría tocar, imbuidos, como estamos, en la cultura del reciclaje – y que personalmente adoro. Es más, si no tienes la suerte de toparte con una de éstas, búscala primero en una tienda de derribos y luego encuentra el piso adecuado para ella. Así de claro.
Las puertas son un elemento decorativo más de la casa, así que no sé por qué nos empeñamos en tener las mismas que el vecino. Ni (necesariamente) pintas todas las paredes iguales ni compras todos los muebles del mismo estilo, ¿verdad? Pues tampoco hace falta que tengas el mismo modelo de puertas en toda la vivienda.
Claramente huímos de la estandarización en busca de un espacio personal. Una puerta antigua, colocada en un espacio visualmente estratégico, es todo lo que necesitas para que tu casa respire nuevos aires (vamos, que no la coloques en el sótano – o sí…)
Si directamente tecleaste en el portal inmobiliario la palabra palacete, apuesto mi cabeza a que podrás cantar bingo. En casas así, será fácil que no una, sino todas las puertas sean especiales – y por lo tanto, intocables. Pero, en ese caso, más vale que adores el minimalismo, el diseño de vanguardia o incluso el estilo industrial … en definitiva, cualquier deco que haga que esas puertas se sientan descolocadas. Y si no, mira a continuación la relación brutal entre la carpintería antiquísima y la magnifica galería de arte moderno que se ha alojado en esta casa. ¿He dicho ya brutal?
Poooorque si no … ¿para qué querrías una puerta?
Esta integración solo tendrá éxito si obviamente las puertas abren y cierran – y ¡con llave! si esa es su función. Si el pestillo o la cerradura no van, consulta con un profesional. Un buen especialista en cerrajería de antigüedades te podrá ayudar a instalarlas y conseguirá que las cerraduras y picaportes cumplan con sus obligaciones
Siempre puedes convertirla en una puerta corredera. Existen en el mercado rieles metálicos que podrás acoplar a cualquier puerta antigua. Es lo que se conoce como puertas granero o barn doors -. ¿Un plus? Conseguir que el kit sea también de derribo. Y seguro que los profesionales de antes también te pueden echar una mano en montar este hardware:-)
Fuente: este post proviene de Decoralinks, donde puedes consultar el contenido original.
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