Para hacer las cosas bien, primero vamos a tomar medidas. Hay que calcular el espacio del que disponemos y los huecos que necesitamos para las letras. 'Good food' es un buen eslogan para nuestra cocina, pero debe verse bien desde abajo y no quedar ni demasiado grande, ni demasiado pequeño. Por ello, vamos a imprimir la plantilla que usaremos para crear las letras en la medida deseada.
Una vez tenemos impresas y recortadas las letras, vamos a colocarlas sobre una superficie plana de cartón pluma de medio centímetro de ancho. Por supuesto, podéis utilizar otras superficies como cartoncillo, tablas de balsa o lo que os sea más cómodo, pero el cartón pluma es ideal, porque no pesa nada y te permite hacer estructuras de bastante envergadura. Después, con ayuda de un cúter vamos a recortar cada una de las letras con mucho cuidado y poco a poco, para conseguir un acabado liso y perfecto.
Por otro lado, vamos a elaborar una tablilla que va a servir de base para el rótulo. Puede ser igualmente de cartón pluma, aunque algo más sólido (una tabla de madera, por ejemplo) tampoco estaría mal. Clavaremos agujas en vertical para clavar las letras al soporte. Por supuesto, si utilizáis materiales más duros o pesados deberéis usar otro tipo de punta más resistente. Ayudaremos a dar anclaje poniendo un poco de pegamento en la punta de las agujas. Sobre la espuma se adherirá perfectamente.
Una vez dispuestas las letras y perfectamente clavadas, es hora de pintar. Para estas letras escogió nuestro Pintyplus efecto cromo dorado, sobre todo para darle mucha luz a ese rincón de la cocina. La diferencia entre un efecto cromado y un metalizado en spray es que el primero tiene un brillo espectacular pero no resiste al frote, mientras que el segundo resiste infinitamente mejor que el primero, pero sin el brillo espectacular del cromado. Puedes ver más ejemplos aquí.
Quizá no se aprecia en la imagen pero cuando da el sol llega a deslumbrar… ;) ¿Qué os parece el resultado?
Fuente: juditu