Hace un par de semana estuve trabajando con una clienta la reorganización de su cocina. La cocina es una zona caliente de almacenaje y además una estancia de mucho uso diario por lo que tener una buena organización puede ser clave a la hora no solo de cocinar, si no de ahorrar tiempo y también dinero.
La cocina en cuestión era cuadrada y medía unos 5 metros cuadrados. Los armarios, fregadero y fuegos estaban dispuestos en L, y aunque el frigorífico estaba al lado de los fuegos (algo a evitar) era el único espacio en el que se podía poner. Las otras dos paredes se han aprovechado para aumentar la capacidad de almacenaje con un mueble de Ikea, unas estanterías y un modulo de reciclaje de 4 compartimentos.
PRIMER PASO: VACIAR Y LIMPIAR
Vaciar toda la cocina y limpiar. La limpieza es capitulo a parte, he de confesar que yo no soy muy experta en eso pero si que os puedo decir que me gusta utilizar productos de fabricación casera generalmente con agua, limón y vinagre, que son los mejores desengrasantes, ah y un poco de bicarbonato. Hace poco he descubierto una marca de productos de limpieza que se llama La Antigua Lavandera y que fabrica sus productos en Sevilla y Barcelona, mezclando tradición e innovación, en su blog encontraréis un montón de buenos consejos de limpieza.
Este paso prefirió hacerlo sola la clienta, y yo centré mi actuación más en la parte de la colocación y ubicación de todo lo que había ella previamente sacado. Una vez más he de decir que es fundamental deshacerse de todas aquellas cosas que hemos ido acumulando y que verdaderamente ya no tiene sentido que tengamos. Especialmente importante es desde el punto del vista del Feng-shui no tener electrodomésticos rotos o estropeados en la cocina, si no puedes arreglarlos y nos los vas a utilizar llevamos a un punto de reciclaje cercano.
Para que el vaciado sea provechoso suelo dar dos consejos previos que en general sirven para cualquier ámbito de ordenación: agrupar por categorías y evitar duplicidades innecesarias, a veces tener dos coladores no es necesario, o 3 cafeteras de diferentes tamaños (todos los días tienes a 12 personas para prepararles café???) cuando realmente sólo utilizamos una. En este punto se puede ir ya haciendo algunos descartes.
SEGUNDO PASO: CONOCER Y ANALIZAR
Antes de entrar en materia conviene conocer cuales son las necesidades que debe cubrir el espacio. Por ejemplo a esta chica le gusta mucho cocinar, especialmente repostería (siempre que tiene una reunión familiar o de amigos a ella le toca preparar el postre!) por lo que es evidente que tiene muchos utensilios relacionados con esta materia. Por eso tuve claro desde el primer momento en que había que adecuar parte del espacio para una “baker station”.
Otra de las consideraciones que tuvimos en cuenta fue el sacar de la cocina cosas que realmente no tenían porqué estar en ella, como eran las botellas de licores o bebidas tipo ginebra, martini etc, y buscarles otro sitio en el salón.
Además como el comedor está muy cerca de la cocina normalmente desayunan y comen en él, pues tampoco era necesario habilitar un espacio para ello.
TERCER PASO: UBICAR Y COLOCAR
Cuando llega este punto hay veces que tengo muy claro donde poner cada cosa, pero no siempre es así, por eso me gusta dejar que el orden se vaya abriendo camino poco a poco a medida que voy colocando, y si algo no acaba de encajar o no me gusta como queda estéticamente llego a la conclusión de que ese no es su sitio. Aquí es cuando más disfruto, cuando esta todo a modo colocar, buscando su sitio.
Los utensilios tienen que estar a mano y tener fácil acceso en la medida en la que les demos uso. Por eso aprovecho los armarios de esquina que tienen mucho fondo para meter ahí las cosas que aunque no sean necesarios para el día a día, el cliente no quiere deshacerse, aunque estas barreras las trabajo bastante, hay veces que es inevitable.
Otra de las problemáticas habituales es cómo guardar los táperes. En este caso inicialmente estaban en un armario alto de la cocina, nada práctico ni funcional, se caían con frecuencia cuando iban a sacar alguno, y tenían que guardarlos siempre con la tapa puesta. Además en esta casa se utilizan bastante y tenían que tener un lugar más adecuado al uso que se les da, así que le propuse a la chica utilizar un armario con tres cajones de rejilla que tenía inspirándome en cómo los tengo yo en m propia cocina que es en un carrito de verduras, las tapas en una de las cestas y los recipientes en las otras dos. No tienen porque estar perfectamente ordenados, pero este sistema es muy cómodo y práctico…creo que le encantó la idea!
Los vasos y platos de diario en el armario que queda justo encima del fregadero y cerca del lavavajillas. Especias, condimentos, raseras etc, en la encimera para poder utilizarlos mientras se cocina localizándolos a un golpe de vista.
Para la baker station reserve uno de los armarios centrales y más grandes de la cocina y ahí concentré todo lo relacionado con la repostería, desde libros, hasta moldes e ingredientes básicos que se utilizan como son las harinas, toppings, azúcar etc.
Y como no, no podía faltar también una zona de desayuno, esta es una de mis sugerencias que más recomiendo, y con la que se puede ahorrar mucho tiempo por las mañanas, no dejes de ponerla en práctica, aquí os enlazo el video en el que os cuento cómo es la mía.
La distribución de los alimentos por zonas (repostería, desayuno, resto de alimentos como latas etc) facilita también a la hora de hacer la lista de la compra, porque mirando en cada una de ellas detectas en seguida que cosas hacen falta y cuales no, y así no compras demás.
Finalmente en la parte de las estanterías que quedaban más a la vista colocamos las tazas, y a aquellos utensilios vistosos que también pueden decorar.
Que os parece el resultado??!! Ahora esta cocina tiene el efecto Orden y Con Cierto!