Después de perderme por unas cuantas casas, encuentro esta y sé que ya tengo la que quería. Lo sé porque lo siento y a veces es suficiente. Pero es que hoy, además de sentirlo, lo entiendo. Y es que esta casa me hace pensar en mi madre. Me quedaría aquí como me quiero quedar con ella. Sé que me sentiría bien, que sería yo sin querer nada más, como cuando estoy a su lado. Encontraría en los rincones de esta casa la luz, como encuentro en su voz ese "todo irá bien. Habría espacios para todo, como siempre ella ha tenido respuestas para mí. Rincones que juegan con todos los sentidos. Y mi madre, que le da sentido a todo.
Es raro comparar casas con personas, ¿verdad? Hasta a mí me parece frío y distante pero deja de serlo cuando mientras escribo esto, siento que pasa por detrás, ocupada, con sus cosas, de aquí para allá. De repente, la vida es más vida. Y esta casa, un pequeño homenaje a ella precisamente por eso, por darme la vida pero sobretodo por dejar que la comparta con ella. Te quiero, mamá.
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¡Feliz domingo!
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