Hay que tener en cuenta que según el Feng shui la energía es expansiva, y más en la edad joven, por lo que necesita un espacio libre para transmitirse de forma armónica.
Por tanto, hay tres partes fundamentales en esta técnica oriental:
Aire fresco. En cualquier espacio es importante, pero sobre todo en la habitación de los niños, donde hay tantos elementos: muebles, libros, juguetes, etc. Así que abre las ventanas a menudo y que se airee.
Orden. Si hay un gran desorden en la habitación habrá una perdida de energía. Intenta que tu hijo sea organizado y que tenga cada cosa en su sitio. Para ello puedes utilizar elementos que además te ayuden a decorar, como cajas, contenedores, cestos, etc.
Colores. Los colores son algo muy importante para todas las personas, y no menos para los niños. Y si no, piensa como te vistes dependiendo de tu estado de ánimo. Aquí lo más importante es conocer la personalidad de tu hijo, para con la utilización de los colores adecuados, canalizar su energía y conseguir un crecimiento armónico. Pero como este punto es tan amplio, en un próximo post desarrollaremos con detalle este asunto.
Ya se lo que estás pensando, que tu madre era una experta en Feng shui y ella sin saberlo. La de veces que te dijo eso de “abre las ventanas, que tu habitación parece una cueva”, o lo de “recoge que lo tienes todo por ahí tirado”. Y seguro que tu también estas en ese proceso con tus hijos.
Imagen: Philip Rakusen
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