En este sentido, la decoración con cuadros puede ser una gran alternativa, muy práctica, simple y que te dará gran cantidad de opciones. Y por supuesto, le renovará “la cara” a tus paredes, para que luzcan de la mejor manera.
Lo primero que te vamos a contar cae por su propio peso, y es que cada casa es “un mundo” y cada diseño de interiores tiene su propio estilo. Pero estamos seguros de que algunas sugerencias que aquí te mostramos, podrás aplicarlas fácilmente a tu hogar.
Si eres de los que tienen las paredes lisas y blancas, la tarea se simplifica. De más está decir que todo esto va en gustos, pero si lo que realmente quieres es hacer destacar tus cuadros y así devolverle “la vida” a tus paredes, piensa en ornamentos que hagan contraste con el blanco de tus paredes. En definitiva, piensa en cuadros oscuros.
Por cuadros oscuros nos referimos principalmente al color de sus marcos. No es necesario que la pintura en sí sea oscura o la imagen que esté dentro. Sino más bien, que el marco sea importante de tonos color madera o negros o azules y eso hará resaltar mucho más la pintura que contengan.
En este punto, las opciones son infinitas y dependerán de tu predilección para decorar. Podrás elegir desde paisajes, figuras abstractas, bocetos, fotos reales, algún logo, imágenes de animales o lo que se te venga a la mente. Lo importante es que tus cuadros destaquen lo suficiente como para que no pasen desapercibidos.
Ten presente el tamaño de los mismos. Cuadros muy pequeños quizá no terminen luciéndose, pero esto también dependerá del lugar donde los ubiques y de la disposición de tus muebles.
En contrapartida, si sobrecargas tus paredes con cuadros muy grandes, corres el riesgo de que se tornen figuras grotescas que más que embellecer, terminarán otorgándote contaminación visual y esto es muy contraproducente.
Sé creativo. No es necesario que tus cuadros (si es que decides colgar más de uno en una pared) estén todos alineados ni puestos a la misma altura. Podrás “jugar” con la disposición de ellos, colgándolos de forma dispar pero armoniosa.
También no descartes innovar un poco más. Las opciones hoy día son muy variadas, desde cuadros con luces (asegúrate de tener una toma corriente cerca), hasta cuadros continuados, que son aquellos que completan una figura a través de varios cuadros, como así también están aquellos que tienen textura y terminan siendo muy originales y bonitos.
Si tienes paredes de colores, no te preocupes. Pero sí deberás ser más cuidados a la hora de elegir el tono de tu marco y también de tu pintura. Te contamos un secreto: los colores cálidos siempre suelen quedar muy bien con cualquier tonalidad, así que, si eliges un cuadro de estas características, sabrás que tu elección no será equivocada.
Por lo demás, disfruta de su belleza. ¡Los cuadros son una gran forma de decorar esas paredes que nos parecen insulsas y verás que te encantará disfrutar viéndolos!