- La pintura y los utensilios adecuados
No todas las pinturas valen para todas las superficies. Es importante a la hora de seleccionarlas leer las instrucciones y ver si son adecuadas para el uso que queremos darle. Por ejemplo, si queremos pintar un mueble de jardín necesitaremos una pintura apta para exteriores que los proteja, o si es mimbre nos conviene más usar pintura en spray, por eso lo mejor es informarse leyendo las etiquetas o preguntando a los dependientes de las tiendas. ¡Que una pintura inadecuada puede fastidiar todo el trabajo!
Imagen de Better Homes
Y lo mismo pasa con los utensilios… Al principio pintaba muebles enteros a brocha y me quedaba una capa de pintura muy gruesa y en la que se veían las marcas… Ahora ya he aprendido de los errores, y para superficies grandes y lisas, lo mejor es usar un rodillo para pintar muebles, mientras que para los detalles o molduras la brocha o incluso el pincel, serán mejores aliados.
Pero también la técnica que queramos aplicar influye en el tipo de utensilio a escoger: hay pinceles y brochas de muchos tipos, y como en las pinturas, conviene preguntar a los vendedores la que mejor te va a ir para pintar el mueble que quieres y que quede perfecto.
Utensilios para pintar, foto de Boccacino
- Mas fácil desmontado
En este punto hay opiniones para todos los gustos, pero yo personalmente prefiero pintar muebles desmontados. Si es un mueble que te ha llegado nuevo sin montar, o es sencillo el montaje y desmontaje,al pintarlo desmontado te aseguras de llegar bien a todos los rincones de las piezas sin que te molesten los elementos de fijación o se queden partes que al estar en contacto con otras no se puedan pintar bien.
Si no se puede desmontar, al menos quita elementos como los tiradores, fáciles de quitar y poner, y saca las partes que puedas (por ejemplo los cajones) para hacerte el trabajo más sencillo. Lo que no puedas quitar pero no quieras que se pinte, cúbrelo bien con cinta de carrocero.
Basics #2 de Javier Peña, foto de Laura Peña
- Preparar la superficie
Antes de pintar, hay que preparar la superficie bien para que la pintura agarre de forma uniforme. Si el mueble está previamente pintado o barnizado, podemos decaparlo para eliminar esa pátina anterior. En HogarUtil nos dicen en un estupendo post tres formas distintas de decapar para que escojas la que te parezca más sencilla.
Si la madera está al natural, como en el caso de los palets, antes de pintar será interesante lijar la superficie para quitar astillas e imperfecciones y facilitar que chupe la pintura.
Además, si necesitamos quitar imperfecciones por el paso del tiempo, como pequeños desconchones, es muy útil usar masilla para madera del color de nuestro mueble (roble, castaño, haya, pino…) para rellenar estos huecos y dejar la superficie como nueva.
Preparando la superficie, foto de startwoodworking.com
- Imprimación primero
Dependiendo del acabado que queramos puede ser útil aplicar una imprimación antes de pintar, porque nos dejará un mejor resultado y nos hará ahorrarnos capas de pintura. Se aplica igual que la pintura, con brocha o rodillo para muebles, pero al tener más agarre, en superficies como los muebles laminados se hace imprescindible para que la pintura quede uniforme.
Aplicando imprimación, imagen de Censationalgirl.com
- A favor de la veta y de dentro hacia afuera
Después de escoger la pintura y las herramientas, desmontar el mueble, preparar la superficie y usar imprimación ya podemos por fin ponernos manos a la obra. A la hora de pintar muebles de madera, es importante siempre seguir la dirección de la veta, y dar los brochazos o pases de rodillo en ambas direcciones (a favor y en contra de la veta) si hay imperfecciones que se queden sin pintar, pero no pintarlo en perpendicular. Los brochazos, poco empapados de pintura, aplicarlos con trazos largos y usando la parte de la punta de la brocha para dejar las mínimas marcas posibles, y si ves que se queda alguna corrige rápido antes de que se seque la pintura.
Y con lo de de dentro hacia afuera, me refiero a que si por ejemplo estás pintando una estantería, pintes la parte interna primero, porque si pintas la parte externa cuando vayas a hacer el interior terminarás de pintura hasta las cejas. Por experiencia lo digo…
También es interesante hacer primero las molduras o partes a brocha, y dejar para después la parte de rodillo, usar poca pintura en cada capa (mejor más capas a una de pintura gruesa que hace muy feo) o hacer la cara menos visible antes que la que se verá a primera vista.
Pintar y barnizar a favor de la veta, foto de woodmagazine.com
- El acabado final
Con algunos tipos de pinturas, como la chalk paint o pintura de tiza, además de pintar necesitaremos un producto para el acabado final, como cera para madera o barniz, para fijarla y evitar que se estropee rápidamente nuestro mueble recién pintado.
Y si queremos efectos como el de madera envejecida (os enseñé en otro post 5 técnicas distintas), el craquelado o similares, también habrá que hacer un paso más para conseguirlo después de haber pintado. Lijar, aplicar otra pintura a contraste, barnizar… ¡Todo depende de lo que queramos conseguir! En otro post os pondré más ideas para distintas técnicas de pintura por si queréis probar.
El acabado final dependerá del efecto que queramos conseguir. Foto de Mrs Hine’s Class
Y…. esto es todo por hoy!! Espero que estos consejos os sean útiles, y os sirva para pintar muebles y que os queden mucho mejor!
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