Si hay algo que me encanta es entrar a mi cocina y verla impecable, con todo en su sitio y lista para usarse. Pero, siendo sincera, esto no siempre fue así. Hubo un tiempo en que los cajones parecían un campo de batalla, la encimera siempre tenía algo fuera de lugar y encontrar la tapa de un táper era como buscar una aguja en un pajar. Hasta que un día dije: “¡Basta!”. Me puse manos a la obra y encontré la manera de mantener mi cocina ordenada sin mucho esfuerzo.
Así que, si quieres tener una cocina organizada sin sentir que es una misión imposible, aquí te dejo mis mejores consejos.
1. Menos es más (sí, también en la cocina)
Una de las primeras cosas que hice fue deshacerme de todo lo que no usaba. ¿Realmente necesitas 10 sartenes si siempre usas las mismas dos? ¿Y qué me dices de esa licuadora que lleva años en un rincón acumulando polvo? Sé honesta contigo misma y quédate solo con lo que realmente usas. Todo lo demás, ¡fuera!2. Cada cosa en su lugar
Parece obvio, pero muchas veces guardamos las cosas donde caigan y luego nos volvemos locas buscándolas. La clave es asignar un lugar específico para cada cosa. Los utensilios que más usas deben estar a la mano, y los que usas de vez en cuando pueden ir en espacios menos accesibles. Desde que hice esto, nunca más volví a perder un pelador de papas.3. Los cajones bien organizados
Si tienes un cajón lleno de cucharas, espátulas y demás utensilios revueltos, te recomiendo usar separadores. Créeme, te cambia la vida. También puedes usar cajas pequeñas para dividir las cosas por categorías. Yo lo hice y ahora no tardo ni cinco segundos en encontrar lo que necesito.4. Despensa en orden = vida más fácil
Antes mi despensa era un desastre. Bolsas abiertas, paquetes repetidos y cosas que se vencían porque ni me acordaba que las tenía. La solución fue simple: frascos y etiquetas. Ahora todo está en botes transparentes y etiquetado. Así veo lo que tengo y sé cuándo tengo que reponer algo. Además, ¡queda precioso!5. Limpieza al instante, no después
Este fue un cambio de mentalidad que me ayudó muchísimo: limpiar sobre la marcha. Antes cocinaba y dejaba los platos sucios “para después”, pero terminaba con una montaña de cosas que me daba pereza lavar. Ahora lavo y recojo mientras cocino, y cuando termino de comer, mi cocina ya está prácticamente limpia.6. No acumules táper sin tapa (ni tapas sin táper)
Los táperes son como duendes traviesos, sus tapas desaparecen sin explicación. Lo que hice fue deshacerme de todos los que no tenían tapa y ahora solo guardo los que están completos. Además, los apilo por tamaño y las tapas van en un organizador aparte.
7. Un hábito a la vez
No intentes hacer todo de golpe porque te vas a estresar. Empieza con un cambio pequeño, como organizar los cajones, y luego ve por la despensa. Poco a poco, la cocina se volverá ese espacio ordenado y funcional que tanto deseas.Desde que sigo estos consejos, mi cocina es un lugar donde disfruto estar. Ya no pierdo tiempo buscando cosas ni me siento abrumada por el desorden. ¡Y lo mejor es que mantenerla así es fácil!
¿Te animas a probarlo?