En algún momento de la vida, todos pasamos por la necesidad de renovar nuestra casa, bien entera o una parte. Es bien sabido por todos que sobrevivir a una reforma con los nervios, el bolsillo y la ilusión intacta es altamente complicado. Con la intención de hacerte el camino más fácil y que estés bien preparado, en este post vamos a desgranar todo el proceso poniendo el foco en aquellos puntos importantes que no puedes descuidar y recopilando todos aquellos consejos para una reforma integral exitosa, tanto a nivel de gestión del proceso como de ti mismo.
Proyecto de reforma y foto de obra: DG Arquitecto Valencia. Foto final © Mariela Apollonio
ANTES DE EMPEZAR LA REFORMA
1- Analiza qué cosas necesitan mejorar y que cosas no se deben perder
No te lances con ansias sin antes pararte a pensar detenidamente qué es lo que claramente necesitas cambiar en casa. Este paso es fundamental, ya que va a determinar el resultado final y la forma en que después uses la vivienda.
Quizá la cocina necesita actualización pero sin embargo el tamaño e iluminación natural del salón es perfecto tal y como está.
Anota cualquier cosa, por tonta que te parezca, en una lista de cosas a mejorar y cosas que te gustan de tu vivienda actual, siempre teniendo en cuenta tu estilo de vida y tus necesidades en ese momento.
Pon atención también en aquellas cosas que no se ven pero que son fundamentales para el funcionamiento, como es la instalación eléctrica o la de fontanería.
Puede que no te motiven tanto como los temas estéticos y prácticos pero son el tipo de cosas que necesitan renovación cada cierto tiempo y después de embarcarte en una reforma importante jamás verás el momento de hacerlo.
Imagina que un año después de estrenar tu nueva casa empiezan a darte problemas. Son instalaciones empotradas así que para solucionarlo puede que tengas que levantar azulejos y picar paredes.
Lo mejor es aprovechar el momento y analizar si estas partes necesitan un cambio ahora, para incluirlas en la lista.
2- Prioriza las necesidades
Además de esto, y en base a la lista anterior de cosas a cambiar y mantener de la casa, anota cuales son aquellos aspectos fundamentales en los que se tiene que basar la reforma.
Puede ser que lo más importante sea ganar luz, mejorar el aislamiento térmico o cambiar el suelo y todas estas cosas son muy distintas. Ponerlas en orden de prioridad ayudará mucho a la hora de tomar decisiones.
3- Define tus ideas
Antes de empezar la reforma te recomiendo tomar todas las decisiones.
Las decisiones sobre la marcha pueden retrasar la obra muchísimo y las prisas nos hacen cometer errores.
Así que es hora de buscar referencias en blogs, revistas y webs de diseño interior y arquitectura para encaminar tus ideas y necesidades hacia el mismo lugar y concretar qué es lo que quieres: distribución de los espacios, materiales, colores, etc.
Suele ser un error escoger los materiales más baratos por economizar, en vez de optar por los materiales que realmente te gustan. Esto hará que te canses rápidamente de ellos.
Te aconsejo que ahorres el dinero necesario para conseguir la reforma que de verdad quieres en lugar de precipitarte con un presupuesto menor que no te dejará satisfecho.
Siempre piensa en la casa como un todo, de manera que haya un hilo conductor entre todas las estancias a través del estilo y materiales, por ejemplo manteniendo el mismo suelo, la pintura de las paredes o incluyendo los tiradores de puertas y armarios en negro en toda la casa.
En todo este proceso no pierdas de vista tu propio estilo. Intenta adaptar tu casa a tu personalidad y al modo en que vives y disfrutas cada rincón. Todo esto depende de si tienes niños y necesitan su espacio para jugar, de si trabajas en casa o de si coméis siempre fuera.
No tiene ningún sentido que dediques la mitad de la superficie del salón a la zona de comedor con una gran mesa si en el día a día coméis en la cocina. Especialmente si la vivienda no es muy grande, has de aprovechar los metros que tiene a tu forma de vivir en ella y no seguir a pies juntillas lo que hace todo el mundo.
Reflexiona sobre esto y analiza cuántas horas al día pasáis en casa haciendo cada actividad para saber a qué le tenéis que dedicar mayor o menor espacio.
4- Apóyate en los profesionales
Una vez tengas claro lo que quieres conseguir y cómo, te asaltarán mil dudas: ¿habrá una manera mejor de aprovechar el espacio? ¿tengo que pedir algún permiso?¿dónde encuentro los materiales que quiero a precios razonables? ¿este tabique se puede mover?
La mejor solución desde mi punto de vista es que recurras a un profesional, un interiorista o arquitecto, dependiendo del tipo de dudas y la envergadura de la reforma.
Según qué partes se vayan a modificar de la casa hay distintos tipos de reformas que necesitan procedimientos distintos: desde pintura, carpintería y acabados, hasta cambios en la distribución de la vivienda o ampliación de la superficie de la misma.
En cada caso, has de tener en cuenta la normativa, ya que sea una obra menor o mayor siempre hay un proceso para comunicarlo al Ayuntamiento. Y no debes olvidar que cualquier alteración en la estética de la fachada o del patio e luces debe tener el visto bueno de la comunidad de vecinos.
Si es una obra que altera la superficie (por ejemplo incorporando un balcón o terraza, o ampliando la cocina hacia el jardín) o bien se modifica la posición de algunos tabiques, necesitarás un arquitecto para obtener la licencia correspondiente.
Pero independientemente de que necesites legalmente un técnico o no, en cualquier caso te recomiendo que acudas a un profesional porque él te va a ayudar a encontrar la solución perfecta, incluso coordinar y supervisar la obra para que todo se ejecute con la calidad adecuada.
Mucha gente cree erróneamente que estas tareas de gestión son sencillas y las pueden realizar ellos mismos y así ahorrarse dinero, pero coordinar una obra no es nada sencillo y hacerlo tú mismo sin experiencia puede alargar, encarecer y sobre todo desgastarte. Solucionar problemas tras la obra puede salir mucho más caro.
Otra de las ventajas de contar con un profesional es que sabrá aprovechar al máximo el espacio del que dispones con soluciones que quizá a ti no se te ocurrirían, por tanto es muy interesante contar con su visión, especialmente en casas pequeñas.
Isa nunca se imaginaba dada la distribución de su casa, que podría llegar a tener una cocina con isla. Acabó teniendo una cocina espaiciosa y un mejor aprovechamiento del espacio (Antes y después de la reforma de una cocina).
Antes y después de la reforma de una cocina por Home archiLAB
En temas de ahorro energético un arquitecto te guiará para escoger soluciones más eficientes.
Dependiendo de las características de la vivienda, tendrá unos puntos débiles u otros en materia de energía, por tanto las soluciones pueden ser muy dispares y no siempre convenientes en todos los casos.
5- Elige la empresa de reformas adecuada
Al buscar la empresa que se encargará de llevar a cabo la reforma lo más aconsejable es pedir varios presupuestos para poder comparar.
Si no tienes referencias de varias empresas, puedes recurrir a algunas webs que permiten comparar un presupuesto para reforma del hogar entre varias empresas. Comparar entre 3 y 5 presupuestos de reforma sería lo ideal.
Antes de nada has de tener en cuenta que hacer un presupuesto de una obra es complejo porque se han de estimar costes de muchas cosas que pueden no ser estándar. De ahí la diversidad de precios que puedes llegar a encontrar. Cuánta más experiencia tiene la empresa en reformas similares a la tuya, mejor afinará el precio y el proceso.
Algunas cosas importantes a tener en cuenta al comprar presupuestos son:
-Todos han de presupuestar exactamente lo mismo para poder comparar. De nada servirá que unos presupuesten unas ventanas de PVC y otros de aluminio por ejemplo porque los precios serán muy dispares.
Proporciónales una lista detallada con los materiales y calidades que quieres para que todos pongan precio a lo mismo y puedas compararlos.
Si después quieres cambiar algo, hazlo cuando ya hayas elegido la empresa. Antes de firmar el contrato puedes hacer modificaciones.
Por último ten siempre en cuenta el IVA en la comparación. Generalmente en los precios descompuestos el IVA no se incluye, si no que aparece añadido al final de la suma. Simplemente pon atención y no compares cantidades brutas y netas porque puede alterar mucho la comparativa entre presupuestos.
-Pregúntales su disponibilidad, ya que según qué épocas estas empresas pueden estar muy solicitadas y saber si su disponibilidad se adapta a tus necesidades puede ayudarte a decidir.
-Pide que acrediten su experiencia en obras similares a la tuya. Puede que una empresa esté muy acostumbrada a trabajar en reformas interiores de pisos modernos (de la segunda mitad del siglo XX) y sin embargo no tenga mucha experiencia en renovaciones de inmuebles mucho más antiguos. Cuánto más antigua es la casa, más posibilidades hay de que surjan inconvenientes durante la obra y de la experiencia de la empresa dependerá su solución efectiva.
-Escoge una empresa que haga reformas integrales, para que sea ella misma quien coordine los diferentes oficios que participan en el proceso (electricidad, fontanería, tabiquería, solados, etc.).
Contratar estos servicios por separado a varias empresas puede resultar una tarea muy tediosa de coordinar y además será una fuente de problemas continua:
Si por ejemplo el carpintero estropea la pintura recién terminada por el pintor se abrirá una disputa entre ellos, contigo como árbitro, y ninguno querrá hacerse responsable del asunto. Mientras que si todo lo hace la misma empresa, solo has de preocuparte que te lo entreguen en buenas condiciones al final de todo.
-Además averigua si la empresa cumple los requisitos legales que se les exige a este tipo de empresas. Estos documentos son muy importantes ya que la responsabilidad será del promotor (es decir, tú) si el constructor no se hace cargo.
Puedes mandarle un listado de la documentación que deberán presentarte antes de comenzar la obra para que estén avisados:
Todos sus trabajadores dados de alta en la Seguridad Social (TC1 y TC2),
Seguro de responsabilidad civil,
Servicio de prevención de riesgos laborales,
Certificado de estar al corriente de todas sus obligaciones con Hacienda,
Comunicación de apertura de centro de trabajo
En caso de realizar subcontrataciones debe de informarte con un documento en el que se refleje los datos de los trabajadores y la confirmación de estar al tanto de los pagos a la Seguridad Social.
-Lo barato sale caro. No te quedes con el más barato porque quizá la razón de su bajo precio es que no está teniendo en cuenta algo importante, o pequeñas cosas que sumadas hacen una buena suma y que acabarán surgiendo en obra.
El más caro tampoco tiene porqué ser el mejor, a veces su falta de experiencia hace que presupuesten muy por encima para no pillarse lo dedos.
Los precios de mercado suelen diferir poco, por lo que precios fuera de estos márgenes suelen indicar sobrecostes no justificados o bajas temerarias.
Descarta los extremos y pon en la balanza el precio junto con el resto de requisitos comentados (disponibilidad, experiencia, etc.)
6- Planificación de la obra
Pide a la empresa de reformas un cronograma de obra que detalle las distintas fases de la misma, su duración y fechas.
La realidad es que en las obras surgen bastantes cosas día a día que pueden alterarlo pero el simple hecho de planificar es un buen ejercicio para la empresa que aumentará su compromiso en cumplir los plazos y lo tendrá todo organizado. Además te permitirá tener un mejor control de la situación.
Si la empresa te dice que no saben hacerlo y pone algunas excusas, plantéales la posibilidad de hacerlo tú mismo con la información que ellos te den.
Con una hoja de cálculo es muy sencillo: dispón en la primera columna las fases y trabajos que vienen reflejados en el presupuesto y en la primera fila, los tiempos en días. Puedes proporcionarle esta hoja en blanco a la empresa para que ellos rellenen las casillas amarillas.
Es un gran error querer hacer la obra más rápido de lo que toca porque los procesos requieren su tiempo y las prisas no son buenas compañeras.
7- Firma un contrato de obra
Proyecto de reforma y foto de obra: DG Arquitecto Valencia. Foto final © Mariela Apollonio
En este contrato han de quedar claros los plazos, las formas de pago y las posibles penalizaciones ante su incumplimiento por cualquiera de las dos partes.
La forma de pago se debe acordar entre las partes, aunque lo que te recomiendo es que el constructor haga certificaciones al final de cada mes, indicando los trabajos que han sido realizados en ese periodo y que han de ser liquidados. Si has contratado un arquitecto, aquí también tienen papel fundamental ya que será él quien verifique que lo certificado es lo realmente ejecutado y tras su visto bueno podrás realizar el pago correspondiente.
Los datos que se deben reflejar en este tipo de contrato son:
Las dos partes firmantes del contrato (el promotor y el constructor) con su NIF y dirección
Planos y el presupuesto totalmente detallado con sus partidas y mediciones
Detalle de los pagos (cantidad y fecha) a realizar
Garantía de la obra
El tribunal al que nos acogeremos en caso de desacuerdo
DURANTE LA OBRA
Llegado el momento de empezar los trabajos, estas son mis recomendaciones:
-Si tienes la posibilidad, trasládate a otra vivienda.
Habrá fases de la obra muy incómodas para vosotros al haber cortes de agua y luz. Además del polvo y los ruidos que se generan.
Si decides quedarte en la casa, la reforma pasará a ejecutarse por fases, para poder mantener siempre una parte de la vivienda habitable, y esto repercutirá en la planificación.
–Sigue la obra de cerca
Lo cual no significa convertirte en espía de los trabajadores. Significa que has de estar pendiente de los detalles, que los acabados sean buenos y que estés disponible para tomar decisiones rápidas que puedan surgir.
Pero también has de saber mantenerte con cierta distancia y no pretender dirigir el trabajo que allí se esté haciendo.
Visitar la obra solo una vez a la semana o cada 15 días es la mejor opción pero nunca vayas solo. Haz las visitas junto con el encargado de obra que podrá explicarte bien los sistemas constructivos que se estén empleando y responderá a tus preguntas para evitar disgustos innecesarios por tu desconocimiento.
-Sé perseverante con tus ideas
Muchas veces te encontrarás con un no por respuesta. Pero yo te recomiendo que insistas y persigas tus ideas, las que realmente crees que van a funcionar mejor en tu casa y en tu vida.
La pereza por enfrentarse a algo nuevo o poco habitual puede hacer que la reacción inmediata del constructor sea quitártelo de la cabeza, pero todo se puede hacer siendo siempre conscientes de las limitaciones de tu casa y de tu presupuesto.
–Confía plenamente en el equipo
Para ello, escoge bien la gente que va a trabajar en tu reforma. Un equipo de profesionales que te genere confianza y sea resolutivo te evitará muchos problemas.
Y cuando empiece la obra, déjales trabajar sin inmiscuirte demasiado.
-Estate preparado para los imprevistos
Seguro que surgirán porque cada casa es distinta y por mucha experiencia que tenga la empresa, no puede saberlo todo antes de comenzar.
Pero lo que has de saber es que esto es una situación normal.
Debes analizar el problema, escuchar las opciones que te plantea el constructor y tomar decisiones.
-Cuenta con un dinero extra
Estos imprevistos que puedan surgir tienen fácil arreglo o bien con un poco más de tiempo o con algo más de dinero.
Lo aconsejable es que guardes una cantidad en la recámara que puedas usar para estas cosas. Aunque te aconsejo que guardes el secreto de que lo tienes preparado.
Sé que todo este procedimiento parece complicado de llevar a cabo por como se ha pervertido el sector de la construcción años atrás, pero conocer los pasos correctos y ser firme en tus exigencias es la mejor garantía que puedes tener para llevar a cabo la reforma integral de tu casa con éxito y sin sobresaltos.
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