Hace ya unos meses hablaba sobre las 3 formas en la que se podía salvar al medioambiente comprando muebles. Hoy veremos el otro lado de la moneda: las 3 formas de NO comprar muebles y también ayudar al medioambiente. Y no, no me refiero a olvidarte de tener muebles ni a vivir en una “caja blanca de zapatos”.
1. RETAPIZAR O PINTAR UN MUEBLE QUE YA TIENES
Este tipo de cambios, renuevan enteramente cualquier mueble. Si tus gustos han cambiado o tu estilo ya no es el mismo, antes de comprar un mueble siempre piensa con lo que ya cuentas. Busca inspiración en pinterest y echa a volar la imaginación. Un mueble aburrido puede convertirse en esa pieza estrella que necesitabas con tan solo una manita de gato.
2. REACOMODAR TUS MUEBLES
Si estás con presupuesto bajo, no puedes contratar a un tapicero o simplemente no se te dan los diy, te recomiendo que reacomodes los muebles de lugar. Juega con la distribución de tus espacios e intercambia piezas de un cuarto a otro. Es una forma muy sencilla de hacer cambios y sin gastar un centavo.
3. ¿BUSCAR EN LA BASURA?
Sonará mal, pero yo así me conseguí la silla de mi oficina. Me la encontré en una pulga y como le faltaban piezas nadie la quería, estaba junto a una pila de cajas lista para ir a la basura. Pregunté a quienes estaban cerca y me confirmaron que si la quería, me la podía llevar. No tuvieron que decirme dos veces para que la silla ya estuviera en la camioneta porque –como bien se dice– la basura de uno es el tesoro de otro. Ojo, que debes cuidar que los muebles no estén con plaga.
¿Con cuál de estas 3 formas te quedarías? ¿Ya las has aplicado? Muy en mi opinión, no hay cosa más bonita como sacarle provecho a un mueble del cual nadie ha visto su potencial. Cada que quieras decorar, piensa en las opciones más responsables y que dañen en lo mínimo al planeta.
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