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¿Se te cae la baba cada vez que ves una peli en la que sale un loft? ¿Te gusta la originalidad de sus vigas vistas y esos techos infinitos? Si la respuesta es sí, déjame que te lo diga: Eres muy fan de la decoración industrial. Hoy te contaré al menos 7 razones para amarlo. Aunque en seguida verás que hay muchas más.
Nacido en Nueva York y concebido como una forma de reutilizar las viejas fábricas como viviendas, el estilo industrial dio respuesta a una necesidad real de convertir en vivienda un espacio inhabitable. Más de 50 años después vuelve con más fuerza que nunca.
Un estilo que ante todo reivindica la imperfección y devuelve utilidad a los objetos más inesperados. Algunos creen que solo se puede usar en espacios amplios, o pisos de techos altos, pero ya veréis como es aplicable a casi cualquier espacio. Sobretodo si conoces los motivos para amarlo.
La esencia del estilo radica en su imperfección y una selección muy cuidada de piezas con carácter. Como dicen en SKLUM (la tienda online de muebles especializada en este y otros estilos), "Es importante vestir tu hogar de muebles toscos, y centrarse en materiales muy básicos, como el acero, la madera maciza o el hierro". ¡Mejor si aparenta ser viejo!
Pero no te adelanto más...
Vamos con esas 7 razones, para rendirte literalmente, a los pies del Estilo Industrial
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#1. Tienes vía libre para usar el hierro o el acero
Puedes usar estos materiales en prácticamente cualquier mueble que añadas a la decoración de tu casa. Desde las sillas a taburetes, patas de las mesas o lámparas. Atrévete a dejar a la vista las vigas de hierro del techo.
#2. El mobiliario es casi lo más importante
Es uno de los focos importantes de tu casa. Todos los muebles de estilo industrial tienen que ser de materiales naturales. Madera, cuero, acero o hierro, le van fenomenal.
Imagen Belén Imaz Revista AD
Le gusta el efecto decapado o oxidado y las mezclas más extremas. Sillas de cuero con patas de acero, mesas de madera con patas de hierro. Cuanto más envejecido parezca mejor.
#3. Hola "Vintage"
Al usar materiales de base en su mayoría "fríos", es importante compensar su gelidez con piezas que nos den calor de hogar, confort. Y para eso nada como las piezas vintage.
Las sillas vanguardistas se convierten en las protagonistas de muchos ambientes originales. Una de las más deseadas es la silla IMS, pero también la Eiffel, o la mítica Acapulco.
#4. La iluminación es otra pieza básica
Al usar materiales tan fríos es muy importante utilizar correctamente la luz. ¿Qué le va mejor a este estilo? Pues sin duda las bombillas a la vista (y su cables) con sus gruesos filimentos. Y las lámparas del líneas rectas y acero.
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#5. Microcemento, hormigón o acero en tus paredes
Claro, si queremos imitar esa estética propia de las fábricas de los 50 nuestras paredes deben parecerlo. Lo suyo sería que de forma original las tuvieras, pero sino, tampoco pasa nada porque hay muchos materiales de pega que nos pueden servir.
Hay plaquetas decorativas que imitan ladrillo, y técnicas de microcemento que también se aplican en paredes. Sino, el siempre socorrido papel pintado (hay maravillas con efectos y hasta relieve).
#6. La imperfección se premia
Sobretodo porque es lo que mejor refleja esa estética fabril que buscamos. No pasa nada porque paredes o techos se vean descoloridos o con un acabado áspero. Los muebles desgastados o con efecto oxido dan personalidad y carácter al conjunto.
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#7. Puedes usar complementos antiguos
Te lo explicaba al hablar de cómo decorar con antigüedades sin parecer un carca. A este estilo le van muy bien los complementos retro. Máquinas de escribir, cámaras de fotos, carteles de películas en blanco y negro...
¿Verdad que es un estilo para enamorarse? Ya me lo contarás en los comentarios.