Es quizás una Ley de Murphy. Estamos acabando un trabajo o esperando un correo importante y salta la actualización de Windows repentinamente, dejándonos con cara de bobos mirando como en la pantalla sube un porcentaje que parece que es más lento cuanta más prisa tenemos. Esta situación seguro que la ha vivido más de uno y ya en su momento comentamos cómo podemos saltarnos la actualización si nos hace falta recuperar el control del equipo. Hoy vamos a explicar algo diferente, la posibilidad que hay en Windows 10 de llevar el sistema actualizado sin que por ello nos suponga un problema la hora a la que lo hace.
Es posible hacer que Windows 10 nos esté preguntando continuamente si queremos actualizar el sistema pero es mucho más sencillo programar cuando lo debe hacer, concretamente en los momentos en los que menos utilizamos el equipo habitualmente. Y es que es posible que, con una semana de antelación, indiquemos al sistema cuando vamos a estar libres y cuándo debe actualizarse.
Para ello hay que entrar en el menú “Configuración” buscar la opción “Actualización y Seguridad”, que es la última de las que se nos ofrecen. Por defecto nos saldrá una pantalla que tiene por título “Windows Update” que si lo tenemos en automático nos dirá cuando ha buscado la última actualización y podremos forzar ésta. Si tenemos la última instalada, no habrá problemas pero debemos dejar preparado el sistema para cuando esto ocurra.
Nos interesa en este momento entrar en las “Opciones Avanzadas”. Ahí se nos abren dos opciones, de momento nos interesa la primera pero a groso modo, explicaremos la segunda. Las “compilaciones de Insider” no son otra cosa que las “betas” de las actualizaciones. Nos permitirán probar antes que nadie las mejoras de Windows 10 pero, probablemente, harán inestable el sistema y llegarán con algún bug. No en vano, son una versión aún en desarrollo.
Es por ello que nos interesa la primera opción que se titula “Elegir cómo deben instalarse las actualizaciones“. Ahí está la opción Automático y “Notificar para programar reinicio“. Nos interesa la segunda. La marcamos y volvemos a la ventana anterior.
Ahora habrá que esperar a que nos llegue una actualización. En ese momento se nos abrirá en esta pantalla una opción en la que le podremos decir, concretamente, el día ya la hora a la que queremos que realice la actualización, pudiendo elegir con una semana de antelación el momento que mejor nos venga o dejándolo en manos de Windows que, en base a nuestros patrones de uso, puede programar la actualización en el momento que ha detectado que tenemos menos actividad.
Fuente: http://cincodias.com/