La calefacción es uno de las principales gastos que tenemos en nuestros hogares, llevándose aproximadamente el 15% de la energía total de nuestra casa. Por ello, debemos tenerla a una temperatura idónea, que esté entre los 19 y 21 grados por el día y entre 15 y 17 por la noche. Piensa que por cada grado que subas, ¡el consumo se incrementará en un 7%!
Los electrodomésticos son los que mayor parte de energía se llevan, de hecho, entre todos ellos consumen más del 50% de la energía total. Por ello, los consejos que más pueden ahorrarnos y también los más fáciles de realizar son los referentes a estos aparatos.
Si hablamos del frigorífico, acciones tan sencillas como limpiar la parte trasera de estos aparatos una vez al año, evitar que la capa de hielo alcance los 3 mm (porque se pierde un 30% de energía) o abrir la puerta lo menos posible pueden ahorrarnos mucho dinero.
En cuanto a la lavadora, las pautas son igual de sencillas: aprovechar el máximo de capacidad y si no usar la media carga o lavar con agua fría, dado que con esto se puede llegar a ahorrar el 70% de energía.
El lavavajillas es otro de los electrodomésticos que más consume, por ello limpiar en seco los platos antes de introducirlos al aparato, ponerlo cuando esté lleno o usar agua fría puede ayudarnos a reducir la factura de la luz.
Por último, usar bombillas de bajo consumo, no dejar los televisores u monitores en Stand by, es decir, con el piloto encendido, o tender la ropa en lugar de usar la secadora, son pequeñas acciones, que pueden ahorrarnos grandes cantidades de dinero.