Lo primero que debemos hacer antes de elegir una alfombra para nuestro hogar, es observar el tipo de material. Por ejemplo, si hay niños en casa, debemos elegir uno de fácil limpieza y mantenimiento, como lo es el vinilo. Por su parte, si nuestro suelo es muy frío (mármol, plaqueta), lo mejor será escoger la lana para dar calor y calidez.
Por su parte, el color, lógicamente, será lo más importante para combinarla con el resto de mobiliario. Si tenemos muebles oscuros o el espacio es pequeño, siempre es mejor un color neutro, como el gris o los tonos crema.
¿Y cuál es el secreto para escoger la alfombra perfecta? Pues simplemente pensar en nuestro suelo como un lienzo en blanco (igual que haríamos en la pared). Con esta visión podremos analizar cuál es el tamaño adecuado (para no agobiar ni saturar) y si queremos un color suave o, por el contrario, un estampado alegre y lleno de color.
Por último, no hay problema en atrevernos a poner alfombras en lugares poco comunes, como son el recibidor, un tramo del pasillo o, incluso, en la cocina.
¿Cuántas alfombras tenéis en casa? ¿Os gusta decorar con ellas?
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