Después de muchos cambios de mobiliario y de decoración
en el recibidor de casa,
creo que ya he dado con lo que buscaba.
En sus inicios tenía un aparador que ocupaba demasiado espacio y hacía la entrada mucho más pequeña,
decidí sacarle y no poner demasiados muebles.
Solamente el baúl, al que tengo mucho cariño porque es un regalo de mi hermana.
Y protagonizando el espacio... las sonrisas de mis chicas,
que junto con el espejo y el pez, son resultado de mis lecturas sobre el Feng-Shui en la decoración, pero eso lo dejo para otro post, je, je
¡Espero que os guste!
Imágenes: Sailo