Un contraste impredecible porque esperas que todo sea blanco y, de repente, la madera oscura se impone. Ocurre en la primera planta de esta casa, en la que tiene lugar una mezcla arriesgada pero acertada. El impacto de la madera con el blanco de la decoración es perfecto. Hay luz suficiente como para conseguirlo. No se necesitan más colores ni tampoco más razones para convencerme.
Mientras tanto, arriba se rompe esa relación y los interiores se rinden al blanco. Aquí, alguna pieza en ocre busca un poco de atención, como lo hacen tantas otras ideas. Para ganar calidez, la mayoría de los muebles y pequeños objetos son también de madera. Las telas huyen de estampados y dejan entrar toda la luz hasta que las increíbles lámparas les toman el relevo.
Esta es la historia de dos plantas conectadas por una escalera. Pero sobre todo de una casa que se llena de vida abajo y arriba. Aunque sea con contrastes.
¡Feliz lunes!
Via: La buhardilla de Sam
Imagen: Krista Keltanen Blog