Una mano de pintura es la opción más sencilla y rápida para darle un toque a tu casa, que gane luminosidad, color y sensación de renovación. Los colores claros son los que dan más luz, agrandan los espacio y claramente, los más usados por todos. Pero junto a los tonos clásicos (blanco, crema, gris claro…), van ganando peso los colores y las texturas más arriesgadas que pueden hacer que tu casa o cualquier estancia quede totalmente renovada y diferente.
Si queremos darle una mano de pintura, por qué no dar un paso más y optar por las pinturas metalizadas. Éstas aportan elegancia y tiene acabados muy diferentes a lo que estamos acostumbrados. Color oro si queremos darle un toque étnico a nuestra habitación, plata para la elegancia, etc. Las encuentras en varias texturas, en brillo y mate y te aseguro que no son nada extravagantes.
También y además es tendencia, el utilizar pinturas que conviertan las paredes en pizarra y también las magnéticas. Las paredes de imán son una buena solución si te gusta poder cambiar tus cuadros y fotos de forma continúa.
El papel pintado a pasado de considerarse un resquicio del pasado a ponerse de moda. Además es fácil de aplicar si eres mañoso. Te permite transformar una habitación de mil maneras, cosa que no puedes hacer con la pintura. Puedes decorar de manera muy diferente, desde formas psicodélicas, a geométricas y con relieves y texturas diferentes. Resaltará el aspecto de las habitaciones donde lo utilices seguro.
Los papeles de moda son los que aparentan ser tablas de madera, ladrillos, piedra natural o pizarra blanca. Este efecto también lo puedes conseguir, he igual con aspecto más natural si en lugar de papel, recurrimos a las plaquetas decorativas fabricadas con materiales que imitan materiales naturales.
¿Te animas a decorar tus paredes con alguna de estas técnicas?