Hoy vamos a descubrir una vivienda diferente de las que solemos ver en el blog. No siempre las casas se construyen desde el principio para que cumplan una función residencial. En ocasiones, hay edificios que se destinan a usos completamente distintos y con el paso del tiempo se quedan en desuso y abandonados. Esto hace posible que puedan reconvertirse y restaurarse para dar lugar a espacios habitables.
En el caso que vemos hoy, se trata de un un nuevo y un viejo granero escondido en el condado de Norfolk, al este de Inglaterra, que ha sido increíblemente restaurado para dar lugar a una residencia rural para descansar y disfrutar de la belleza del campo como telón de fondo.
Este antiguo contenedor agrícola, fue restaurado por estudio Carl Turner Architects, dando paso a un alojamiento privado, un espacio para el retiro y para el estudio. El proyecto fusiona estos diferentes usos que hacen de este antiguo granero un lugar de inspiración, disfrute y relajación.
Se ha tratado al edificio con el fin de mantener su carácter industrial, conservando sus fachadas de ladrillo rojo londinense y la preciosa celosía de metal y madera, con más de 150 años de antigüedad. En su interior, se han mantenido los grandes espacios abiertos, trabajando con la noción de pequeños elementos dentro de un espacio contenedor global (al igual que su uso original se almacenaban los elementos en el granero). Todos los elementos interiores (tabiques, puertas, muebles, armarios, etc.) se han diseñado y fabricado con el mismo material, tableros de virutas de madera prensadas y resina de árbol, buscando un acabado tosco, humilde, natural y rural, e inspirado, curiosamente, en el aspecto y el color de las balas de paja.
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