El tipo de construcción es simple, la de un granero tradicional, pero en lugar de un techo de paja se utilizaron paneles de zinc, lo que ayuda a diferenciar la propiedad de las de los vecinos. En la planta baja, las aberturas hacia el exterior se sitúan en el centro de cada fachada, con cierta profundidad para crear un aspecto más actual y proteger mejor del sol. En el primer piso, la zona de noche, cuatro ventanas se cortan en cada esquina para darle un aspecto rompedor y moderno.
La entrada está situada en un lateral de la vivienda, con un arco de hormigón formando un pórtico sobre la puerta principal que la protege de la lluvia y la nieve. En la parte posterior de la parcela se sitúa el jardín privado, y en él encontramos una terraza de madera que funciona como una extensión del espacio interior.
En planta baja encontramos el salón y la cocina unidos en una misma estancia, y ambos con armarios blancos para almacenamiento, que se integran con el resto de paredes de la casa. Unas elegantes y finas lámparas negras cuelgan sobre la mesa de comedor y la zona de trabajo de la cocina, uniendo visualmente los espacios, aportando contraste con el blanco impoluto y un aspecto más actual y distinguido. En la sala de estar, la pared se reduce para formar una plataforma baja donde colocar la televisión y una chimenea de vidrio. Un pequeño dormitorio y baño se sitúan en esta misma planta junto a la cocina. En la planta superior, bajo la típica cubierta a dos aguas que tanto nos gusta en este blog, encontramos dos grandes dormitorios situados en los extremos, que se unen por un pasillo central iluminado por claraboyas y comparten un amplio baño con sauna situado en la parte central.
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