Ya casi tengo la cocina lista, me faltan algunas cositas de decoración, pero os aseguro que ya se ve bonita, bonita. Como no quiero que os perdáis nada y contároslo todo, os he preparado este post como continuación al segundo post en el que vimos los primeros trabajos de albañilería. Aquí veremos como fue el proceso de montaje de los muebles, pintura...
Como podéis ver en las imágenes, hemos pintado dos paredes en blanco y dos en verde. La pintura es Majic Resist de Jotun, una pintura ultraresistente a las manchas y a los golpes o rozaduras (tenéis los colores exactos en el post inicial del Proyecto). Es ideal para la cocina, cualquier mancha se quita pasando un trapo o bayeta húmeda, os aseguro que es magia porque ya he tenido algún susto que otro.
La zona húmeda y de cocción está protegida con los azulejos metro de Leroy Merlín que ya os dije que había elegido. Al principio pensé en poner la llaga oscura, pero como tengo tiempo para darla en ese color si quiero, al final opté por el blanco para no perder nada de luminosidad (después de tanto tiempo con una cocina tan oscura, tengo pavor a restar luz, je, je).
El montaje de muebles fue estupendo. Lo hicimos despacio, sin prisas, para no tener ningún disgusto, tratando sobre todo de nivelarlos correctamente.
Como veis el color de los muebles ha quedado estupendo. El proceso lo contaré en un post aparte porque seguro que queréis conocerlo más a fondo, os prometo que fue sencillo y os animo a hacerlo si estáis pensándolo, yo estoy muy, muy contenta. El color es Classic White, de Majestic Radiant de Jotun, la marca me recomendó darle un acabado satinado que era lo que yo tenía en mente, huyo siempre de los brillos y el mate no le veía para la cocina porque se ensucian con más facilidad, cualquier huella se nota muchísimo.
Los tiradores de los muebles los pinté en color cobre con spray Rust Oleum. El cobre es uno de los colores de la paleta que elegí en el proyecto y aunque en un principio pensé en cambiarlos todos, creo que la decisión de pintarlos ha sido la más acertada, porque los muebles ya tenían los agujeros para ellos. Si los cambiaba, sería necesario hacer otros y tapar los existentes, más trabajo no, por favor, je, je, han quedado estupendos, no parecen los mismos. Lo que más me ha gustado ha sido el contraste tan bonito que resulta con el blanco.
He dado dos pasadas de spray. La única recomendación que os doy a la hora de aplicarlo es que lo hagáis en un sitio ventilado y con protección para evitar manchar la superficie del alrededor. Yo en estos casos, al ser objetos pequeños, lo hago utilizando una caja de cartón de la que retiro uno de las caras de la caja, de esta forma no se mancha nada, os lo aseguro.
En estas imágenes podéis ver más detalles del suelo Heritage, por ahora todo el que ha visto la cocina en vivo, opina que es lo más bonito de ella, la verdad es que al ser tan llamativo y en contraste con el blanco y el verde, queda estupendo. Como rodapié he optado por jambas, su diseño recto en la parte superior me gusta mucho más que el clásico de formas redondeadas.
Como os conté en el post del Proyecto, hemos prescindido de tres muebles de la parte superior, para conseguir más amplitud visual. Al quitar estos muebles, la superficie de almacenaje es mucho menor, pero os aseguro que no ha supuesto ningún problema. En primer lugar, porque me he desecho de todo aquello que guardaba en los armarios y que no utilizaba, y por otro lado, hemos colocado unas estanterías de madera que he hecho yo misma con tableros de pino y escuadras. En ellas estoy colocando el menaje que utilizamos a diario y que he renovado completamente porque el anterior estaba deteriorado. Al tener que comprar platos, tazas, etc. he tratado de que combinen con la paleta de color del proyecto, contribuyendo así a la decoración de la cocina.
Queda muy, muy poquito para que veáis el proyecto final al completo, solamente me faltan los últimos detalles decorativos. ¡Os prometo que será durante este mes de septiembre! ¡No os haré sufrir mucho más ;)!
Mientras tanto, aquí puedes ver el antes de la cocina
¡sorprendente el cambio! ¿verdad?