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Darle un cambio radical a una habitación no es cuestión de mucho dinero, a veces, con un poco de gracia y con las ideas adecuadas se pueden hacer cosas muy chulas. En este caso con un cabecero nuevo, una par de láminas y unas lámparas, la habitación parece totalmente distinta. Es mucho más bonita y más acogedora.
Aquí viene el porqué me ha hecho tanta gracia este antes/después. Cuando estaba amueblando mi habitación, hace algunos añitos ya, no encontraba ningún cabecero que me gustara, así que se me ocurrió comprar unas maderas y hacerme uno yo misma. Y en este caso han hecho exactamente lo mismo que hice yo.
Es tan fácil como poner tres maderas en vertical, e ir clavando maderas en horizontal. Yo primero pegué las maderas con no más clavos, y cuando secó, clavé las maderas con clavos. Después le di un par de manos de pintura blanca, y ese el cabecero que me acompaña desde hace mucho tiempo.
Si tienes poco espacio en la habitación, es muy buena idea lo que han hecho aquí: poner las lámparas en el cabecero. Así, te deja más lugar en la mesita de noche.
¿Qué te parece el antes/después de hoy?
¿Te animarías a hacer tu propio cabecero?