Esta casa la he elegido por la maestría con la que han combinado los complementos actuales y alegres en un ambiente clásico y romántico, manteniendo vivos todos los estilos.
Está claro que a quien algo quiere, algo le cuesta, y en este caso se hace evidente. Si queremos los mejores acabados, tendremos que pagar por ellos. Eso no significa que siempre tengamos que dejarnos una fortuna. Dependiendo de nuestras posibilidades y prioridades, podemos aceptar una pintura no satinada, un lacado rugoso, un aglomerado de baja densidad o un laminado en vez de una tarima.
No es el caso que hoy vemos, pero es que hablamos de una mansión en los Hamptons. En esta casa el acierto está precisamente en el excelente acabado y calidades de los materiales, y la forma natural con la que han compuesto una decoración alegre sin ser estridente.
En esta estructura, con esas paredes, ventanas y techos, nos cabría casi cualquier estilo de decoración, pero sus dueños han apostado por un ambiente alegre contemporáneo con ciertos toques vintage. El resultado funciona, y el valor de las piezas es clave.
Personalmente, me encanta el comedor, el dormitorio principal, y por encima de todo, la terraza.
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