Tenía ganas desde hace tiempo de una pieza decorativa en metal cobrizo.
La red está llena de inspiración de novedosos diseños en cobre o
aluminio rosado y finalmente he caído en la tentación.
Siguiendo mi tendencia low cost y handmade decidí hacerla yo misma.
En una vieja ferretería de mi barrio había visto azucareros de aluminio de
los años 70 muy baratitos (1,50 ?), como el que os muestro en la imagen
que sigue.
Sin embargo, cuando fui a comprarlo se habían acabado:
sólo les quedaba un modelo menos redondeado y sin la tapa.
Aún así decidí llevármelo y, como adquirí varias cosas más, el señor
de la ferretería me lo regaló.
La idea era perforarlo haciendo un dibujo para crear una base
para velas.
Tras retirar las asas, dibujé en el reverso de una lámina de papel adhesivo
una especie de flor con puntos, aprovechando el cuadriculado.
Después puse el papel en un cristal para transferir el dibujo al anverso.
Cortando cada flor, probé diversos diseños sobre el azucarero y finalmente
me decidí a hacer una greca continua de flores cerca de la base.
Con punzón y martillo de silicona, y ayudándome de un mango de mortero
en madera para evitar abolladuras, fui haciendo los agujeros, introduciendo
el punzón hasta el fondo para conseguir el diámetro más grande en la cruz
de la flor y perforando sólo un poco para los agujeros más pequeños.
Y ya está, así de sencillo y económico conseguí un pequeño candelabro
para velas de té en el color y el material de moda.
Un DIY bonito, barato y de creación propia para participar en
el Finde Frugal de Colorín Colorado
de esta semana.
Os animo a pasaros por el blog de Marcela donde cada viernes la
inspiración está asegurada a raudales.
¡Feliz fin de semana!