Buenos días!! Hoy el blog sigue en la línea de los sustos y los temas oscuros, pero con un post menos tétrico que el de ayer, en el que os enseñaba la decoración que nos montamos para halloween en casa.
No podía faltar algún diy que hiciera la deco un poquito más nuestra, así que nos liamos la manta a la cabeza y decidimos hacer la lápida para la entrada que os enseñé ayer.
Es tan sencilla, que no necesitáis apenas materiales, y obre todo, no tenéis que invertir demasiado tiempo. La verdad es que merece la pena el resultado, queda bastante realista :D
Podéis ponerla en la entrada para daros un sustillo siempre que lleguéis a casa o en cualquier otra parte. Además está genial para decorar escaparates, bares..... Así que manos a la obra!!
¿Qué necesitamos?
Recortes de porexpán
Pincel
Regla
Cuter o cuchillo bien afilado
Pintura con efecto piedra
Lo primero será recortar tres piezas de porexpán del tamaño del que quedamos la lápida. En la última foto veis como queda montada, así os haréis una idea de las medidas que necesitáis. En mi caso, yo apenas tuve que recortar nada, tenía esos tres trocines que me vinieron de perlas!
Podéis dejar los bordes totalmente retos recortándolos con un cuter o un cuchillo (a mi me es súper práctico este cuchillo jamonero...). O dejarlo con forma para darle un efecto más "basto".
En el trozo de porexpán que vayamos a utilizar como la parte más alta (donde van las letras), colocamos unos palillos o brochetas que nos ayudarán a sujetar esta pieza.
Antes de pintar, presenté las tres piezas para comprobar que iba bien y no necesitaba hacer más cortes o cambiar algo.
Una vez que estaba todo perfecto, desmonté la parte de arriba y me quedé con las dos piezas que hacen de base.
La pintura que utilicé es bastante pastosa y tiene un efecto como de trocitos de piedra. Es muy fácil de usar, yo mojaba un poco la punta de la brocha (utilizad una redonda) en agua, la escurría un pelín y cogía un buen pegote de la pintura que intentaba estirar sin volver a llevármela. Es como un potingue pastoso, hubo trozos más pequeños que los rellené cogiendo la pintura con los dedos, así me apañaba mejor.
Hice lo mismo con la parte alta y dejé secar bien las piezas antes de montarlas de nuevo.
Mientras, podemos ir recortando las letras. yo no sabía muy bien que poner, y como quería guardarla para el año que viene, pues recorte la palabra DEP, pero podéis utilizar la imaginación y colocar lo que os apetezca. Eso si, no seáis demasiado tétricos y pongáis el nombre de alguien que conozcáis....
Hice las plantillas con una fuente de word y recorté las letras de un trozo de cartón.
Volví a utilizar un rotulador permanente negro. El mismo que use para pintar los bordes del lapicero de metal. Cada vez me cae mejor este rotulador!
Cuando estaban bien sequitas, las pegué a la lápida (que también estaba seca) con una pistola de cola caliente.
Y coloqué la parte larga sobre la base pinchando bien rectas las brochetas que habíamos colocado de soporte.
Y este es el resultado final! La decoramos con una velas, hojas y ramas secas y una tela de araña :D
¡Espero que os haya gustado!
¿Os animáis a preparar algo así para vuestra casa?
Fuente: este post proviene de Blanco y de madera, donde puedes consultar el contenido original.
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