Y no sólo porque están de moda, sino porque pueden resultar elegantes y súper sofisticadas. Pocos se atreven a usar un color tan extremo en dormitorios o zonas pensadas para el descanso. Pero en realidad es una apuesta trágicamente preciosa.
Durante todo este tiempo hemos hablado mucho sobre el poder del color a la hora de decorar cualquier ambiente. Desde los salones, hasta el recibidor o la cocina (porque ahora también se pintan las cocinas).
Siempre decimos que los colores básicos y más neutros son perfectos para agrandar espacios y dar sensación de amplitud, pero también es cierto que el color usado con acierto puede ser el golpe maestro con el que dotar de mucho carácter una estancia.
Los dormitorios al ser espacios destinados al descanso, parece que no toleren bien los colores oscuros. Pero, piénsalo, ¿Por qué una habitación oscura no va a inducir al sueño? No hablamos de rojos, ni naranjas o tonos cercanos al neón, sino de una base muy oscura (rollo cueva) que invite a dormir.
Aquí os dejo el ejemplo de una preciosa casa de madera. De esas con las que soñamos todos los que estamos por la vida más slow. Me gusta mucho esa madera natural en suelos y puertas, y la total ausencia de trastos. Su grifería en color oro (a juego con el fino perfil de transición en la pared), o la simpleza de sus bombillas en el techo.
¿Por qué dejaran las camas revueltas para hacer la foto? Ah, si... porque se lleva (cambia el chip a la hora de hacer la cama).
Al margen de bromas: Estoy convencida de que os va a encantar...
*Fotografías Vía Intressantahus.