como si fuera un objeto escondido bajo una piedra.
Pero el amor adopta muchas formas
y nunca es igual para todos los hombres y mujeres.
Mitch Albom
Es verdad. No puedo estar más de acuerdo cuando leo a Mitch Albom. Uno se puede enamorar de muchas cosas. No hay nada escrito sobre ello y ahí reside, precisamente, la magia. Sin ir más lejos, yo me he enamorado de esta casa. Os confieso que ha sido amor a primera vista. Hoy nos despertamos en el valle de Hunter, una región del sur de Australia. Amanece la vida, con firme propósito de quedarse aquí. La casa de hoy también es un refugio que se asoma al paisaje con firmeza. Los grandes ventanales son los ojos desde los que se descubre un escenario con vibraciones especiales. En su interior, resalta una distribución abierta en la que se da continuidad a los espacios comunes. Estancias neutras, cálidas y tranquilas derrochan charme de principio a fin. Una decoración práctica en la que también hay sitio para los recuerdos y las emociones.
La madera es el elemento encargado de definir la decoración. De hecho, la mayoría de los materiales utilizados son naturales y se han dejado sin tratar para que reflejen toda su personalidad. La mesa, acompañada de dos largos bancos de origen chino, forman la mejor excusa para alargar los encuentros familiares. Por cierto, dice su propietaria que la cocina es su lugar favorito. Desde ahí, y sin quitar ojo a los azulejos, os digo exactamente lo mismo. También es el mío.
¿Y el vuestro?
Feliz domingo a todos,
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