El estilo provenzal se entiende generalmente como un sinónimo del rústico, aunque el primero posee determinados matices que lo hacen más liviano y luminoso. Frente a los muebles macizos de fuerte peso visual, el provenzal sugiere piezas más ligeras, pero sin olvidar el toque artesano que define a esta decoración típica de las casas de campo.
Se trata de un estilo rústico en el que se combinan alegres y variados colores, estampados florales, muebles de madera... Que dan a cada rincón de la casa un aire sofisticado a la vez que acogedor.
Si bien no es usual mezclar en una vivienda mobiliario de estilos diferentes, tampoco es acertado aplicar a una casa de ciudad un estilo que correspondería más bien a una casa de campo. A una vivienda urbana le corresponde un estilo más moderno, cómodo, desenfadado y vanguardista, mientras que a una de campo, entendida como segunda vivienda, le corresponde un estilo acogedor y rural.
Pequeños y grandes detalles
Es fácil llevar a una casa los principios básicos del aire provenzal. El objetivo que debemos tener en mente es conseguir un ambiente cálido y acogedor. Para ello, existe una gran cantidad de muebles y complementos que nos ayudarán. Imagina una manta de lana beige doblada sobre algún sofá para las tardes frías. O alegres y divertidas figuritas de hierro para sujetar alguna pesada puerta de madera que se cierra por la corriente.
Unos complementos ideales para este tipo de vivienda son los viejos arcones o baúles a modo de mesitas. Sobre ellos puedes colocar jarrones de cerámica, plantas secas o algún marco bonito con una foto familiar. Y de paso te sirve para guardar cosas dentro de ellos: mantelerías, juegos de sábanas, mantas, etc.
Grandes cristaleras vestidas con cortinas de estampados florales, muebles de madera de pino o de caoba, grandes mesas con mantelerías de vivos colores. Vajillas de loza, antiguas despensas... Son algunos de los objetos predominantes en este tipo de casas.
Rincones para el relax
Pero no debes descuidar los pequeños rincones que suelen poseer algunas de las habitaciones de tu casa de campo, ya que les puedes sacar mucho partido. Una buena mesilla de madera o de hierro halla una buena compañera en una butaca tapizada en algún tono marrón.
Pero este refugio ganaría más con una sencilla lámpara de pie, convirtiéndose en un estupendo rincón para escuchar música o leer un libro. No hay que olvidar que en estas segundas viviendas, las cocinas juegan un papel muy importante. Suelen ser muy amplias y llevar un office integrado.
También te recomendamos que utilices muebles de madera para decorarla: mesa redonda, sillas de mimbre y madera, además de jarrones y centros de flores secas para alguna estantería. Una casa de campo tiene que resultar, ante todo, cómoda, alegre y divertida, pues en ella solemos pasar nuestro tiempo libre y de descanso.