El valor del arte y de las profesiones creativas, es casi una lucha diaria y en el gremio. Nadie se cuestiona lo que vale una barra de pan, o si un medico o abogado cobra mas o menos, pero si cuando y porque el arte tiene un valor o si un arquitecto o interiorista tiene sus honorarios marcados.
Diremos que son “problemas” del primer mundo, pero en lo que nos toca a veces es lo que marca la diferencia.
Un detalle impactante que se hace el foco de atención en el espacio, algo que lo que hace es personalizar y hacer el espacio diferente o como no, ese nexo que lo que hace es desarrollar el entorno en base a este.
Así es como nos centramos y descubrimos este interior tan diferente.
Con un color poco habitual, y sin embargo muy en tendencia para esta nueva temporada otoñal, el color granate, aquí lo que ha conseguido es que el espacio se plague de elementos rústicos, atípicos, y que sin embargo, mantenga una elegancia única.
El valor del arte y de algunas profesiones artísticas, es una cuestión que una vez descubierta, te da solo por si misma la solución. El resultado de la actividad o el elemento te hace conseguir un espacio soñado.
En esta sala en el que parece que se muestran todos los materiales posibles, se disfruta de una distribución donde la altura se hace visualmente mas importante y necesaria.
Un detalle que se mezcla en color negro para rebajar su medida, y que integra cableados, y molduras que le dan un aire mas industrial y clásico. (imaginaros la mezcla).
En continuo, el dormitorio o la cocina, plagan de luz el interior, que contrasta con piezas y elementos naturales que encontramos en muebles o propiamente en el baño.
A mi me ha encantado y sorprendido esta combinación y sin duda, me hace reforzar aun mas que el arte y la diferencia …tienen su valor.
¿Que os parece?
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